Los usuarios de la autopista del Huerna (AP-66) están pagando desde hace 19 años buena parte de la construcción del tramo Fene-Ferrol y la supresión del peaje entre Rande y Puxeiros, cerca de Vigo, ambos en la Autopista del Atlántico (AP-9), según se desprende de diversa documentación a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA. La ampliación del peaje del Huerna durante 29 años, hasta 2050, por parte del Gobierno de José María Aznar, sirvió para ambas cosas, así como para sanear las cuentas de la entonces pública Empresa Nacional de Autopistas (ENA) y privatizarla en 2003.
En un primer momento, la prórroga de los peajes del Huerna y la autopista del Atlántico hasta el máximo legal permitido, 75 años, formaban parte del mismo proyecto de real decreto, aunque posteriormente siguieron caminos separados por sugerencia del Consejo de Estado.
Hay un documento clave del Ministerio de Fomento, fechado el 21 de julio de 1999, que indica que la ampliación de la autopista AP-9 en el tramo Fene-Ferrol y la supresión del peaje entre Rande y Puxeiros tendría que estar condicionada a la ampliación por 29 años de la concesión de Aucalsa en el Huerna y por 25 de la de Audasa en la AP-9, así como a la renuncia por parte de ENA a reclamaciones posteriores sobre descuentos en los peajes gallegos.
Solo cinco días antes, la Dirección General de Patrimonio había cuestionado prácticas de Fomento a través de ENA que podrían perjudicar el ya anunciado entonces proceso de privatización; por ejemplo, la aplicación de peajes muy por debajo del máximo contemplado en la concesión.
Dos meses más tarde la concesión del Huerna, que iba a acabar en 2021, quedó prorrogada hasta 2050. El PP y Foro lo justifican asegurando que la prórroga permitió que Aucalsa bajara el peaje.
