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Los docentes que vienen a valorar las tesis, obligados a adelantar gastos

Indignación entre los profesores de la Universidad por la medida: "O pasas la vergüenza de que el investigador venga pagando o pones tú el dinero"

Desde principios de año los miembros de tribunales de tesis doctorales procedentes de otras universidades están obligados en Asturias a adelantar sus gastos de viaje y alojamiento. Un cambio de gestión que indigna tanto a profesores como estudiantes: "O pasas la vergüenza de que venga pagando o pones tú el dinero". Con el agravante, dicen, de que el proceso de reembolso es lento. La medida es una piedra más en el camino, que no sólo impide que el número de tesis doctorales aumente después del desplome registrado en 2018 -del 50,8%- sino que también empaña la imagen de la Universidad de Oviedo. "Es un despropósito; no puedes decirle a un investigador que invitas que se tiene que pagar el billete de avión y el hotel, y que luego ya se lo devolverán no se sabe cuándo. En ninguna institución académica pasa cosa igual", protestan los directores de tesis.

El cambio viene motivado por la entrada en vigor de la ley de Contratos del Sector Público, que obliga a las universidades a ser transparentes. Los problemas empezaron en enero de este año. "Antes funcionaba todo mediante dos agencias de viajes que tenía licitadas la Universidad. De forma que tú comunicabas a la comisión académica quiénes iban a ser los miembros del tribunal y ellos gestionaban todo lo demás. Así se hizo toda la vida", detallan. Sin embargo, como resume el profesor titular de Didáctica de la Matemática, Luis J. Rodríguez, ahora "cuando tenemos que levantar el teléfono para invitar a alguien a un tribunal, además de pedirle su tiempo y su dedicación, hay que pedirle su dinero": "O sea, te invito yo, pero pagas tú, ¡y ya veremos cuando cobras!".

Está situación está llevando a algunos directores de tesis a adelantar los gastos, bien de su bolsillo o bien usando fondos de investigación. Pero, advierte la profesora de Economía Aplicada Begoña Cueto, "ya en invitar a extranjeros ni pensamos". Como consecuencia de ello, las tesis de mención internacional podrían verse amenazadas, pese a ser cada vez más demandadas. Este tipo de trabajos exigen al doctorando realizar una estancia mínima de tres meses fuera de España y formar el tribunal con al menos "un doctor experto perteneciente a alguna institución de educación superior o centro de investigación no español".

El tribunal de una tesis ha de pasar primero el filtro de la comisión académica y después de la comisión de doctorado. La propuesta debe estar formada por "diez doctores con experiencia investigadora en la materia a que se refiere la tesis. La mitad de ellos serán titulares y la otra mitad, suplentes". Los requisitos no acaban aquí: dentro del tribunal titular, dos doctores deberán pertenecer a la Universidad de Oviedo actuando al menos uno de ellos como presidente o secretario. El resto vendrá de fuera de Asturias siempre y cuando acredite "experiencia investigadora" en la rama de evaluación. Esto quiere decir, por ejemplo, que tienen que "ser o haber sido en los últimos seis años el investigador principal de un proyecto de investigación financiado mediante convocatoria pública"; "ser autor o coautor, en los últimos seis años, de al menos tres publicaciones en revistas incluidas en el Science Citation Index"; "tener reconocidos dos sexenios de investigación"... En definitiva, dice el profesor Luis J. Rodríguez, "configurar un tribunal es siempre complejo y pueden ser pocas las personas que cumplan requisitos".

Una docente de la Universidad de Oviedo, que prefiere mantenerse en el anonimato, asegura que "no sabe lo que pasará" cuando en junio uno de sus alumnos tenga que leer la tesis. "Es impresentable lo que está pasando y no se puede mantener más tiempo", manifiesta, aunque reconoce que la medida "no es un capricho", pues atiende a la ley, pero cree que podían "haber buscado soluciones antes". De hecho, otros directores aseguran que mediante la licitación de una agencia de viajes "no habría que adelantar el dinero".

"Yo todavía fui hace poco a la Universidad de Huelva a cubrir durante unos días una plaza de profesor y no tuve que adelantar nada", se queja Begoña Cueto, de Económicas. Porque los adelantos de dinero dentro de la Universidad de Oviedo no sólo afectan a los tribunales de tesis, sino a otras operaciones como las inscripciones en congresos científicos. "Es fácil que a finales de año la Universidad te deba entre 1.500 y 2.000 euros por ello", dice Cueto. Esta docente sostiene que la gestión en este sentido "ha ido a peor" desde que se centralizaron los servicios en el Centro Internacional de Postgrado. Y pone un ejemplo sangrante: "A mí me llegaron a parar un tribunal de tesis por algo totalmente ajeno al trabajo: que era caro, porque traía a una persona de Londres". Los científicos aseguran que el nivel de control del gasto en estos momentos es exagerado: "Hay que explicar hasta por qué envías un taxi al aeropuerto o por qué compras un boli".

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