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Cuarto intento fallido de celebrar un juicio por videoconferencia

El acusado está en la cárcel de A Lama y la víctima en El Dueso, pero no hay forma de conectar ambas prisiones con un Juzgado ovetense

Cuarto intento fallido de celebrar un juicio por videoconferencia

La magistrada Marta Iglesias, titular del Juzgado número 1 de Oviedo, intentó en la mañana de ayer celebrar, por cuarta vez, un juicio por delito leve de amenazas. Los protagonistas son dos presos. El acusado es Manuel C. S. M., y la víctima, Paloma A. O. Ambos tienen un largo historial delictivo. Se conocieron en la prisión de Mansilla de las Mulas, en León, donde se hicieron amigos. Él le sufragaba incluso algún gasto, ya que tiene algún posible (cobra una pensión). Sin embargo, la amistad se fue a pique. Ella fue trasladada a la prisión de Asturias y la relación se fue enfriando. Él terminó enviándole una carta a ella en la que le advertía de que iba a "criar malvas" de la misma forma que su madre. Ella lo tomó como una clara amenaza y denunció en enero de 2018.

Se abrieron unas diligencias previas, pero el asunto terminó siendo tramitando como un delito leve, lo que antes se denominaba falta. Hasta ahí ningún problema. La dificultad está en que los dos presos están ahora en cárceles distintas: él, en la de A Lama, en Pontevedra; ella, en El Dueso, en Cantabria. Son poco más de 600 kilómetros, pero es como si mediasen años luz entre ellos. Tratar de realizar un juicio conectado por videoconferencia a tres bandas está resultando una proeza imposible, hasta el punto de que la jueza está considerando la posibilidad de traer a los dos presos a Oviedo, con el consiguiente gasto de traslado, todo para un simple delito leve.

Ayer se intentó celebrar el juicio por cuarta vez. La letrada de la defensa, María Escanciano, mostraba una resignación como solo cabe encontrar ya entre los profesionales de la Justicia. Esta vez fue A Lama la que falló. El Juzgado número 1 conectó con facilidad con el El Dueso. Luego se intentó con A Lama. Se escuchaba al recluso, pero la jueza no podía verlo, de forma que se perdía la inmediación: no podía estudiar sus reacciones ante las preguntas. Al final, la conexión a tres bandas fue imposible. La funcionaria del Juzgado se deshacía en disculpas tras suspenderse el juicio por cuarta vez, como si fuese culpa suya. En realidad, el problema es que el sistema de videconferencia instalado por el Principado tiene problemas de compatibilidad con el que funciona en otras regiones. Hubo un compromiso de solucionarlo, pero parece que no ha surtido efecto.

Los datos

Juicio por amenazas. Dos presos se hicieron amigos en Mansilla de las Mulas, pero al final él terminó enviándole una carta a ella en la que le decía que iba a terminar “criando malvas” como su madre. La mujer denunció los hechos. Al principio se tomó como una clara amenaza de muerte, pero el asunto derivó en un simple delito leve, lo que antes se consideraba una falta.

Juicio imposible. Se ha intentado hasta cuatro veces celebrar el juicio por videoconferencia a tres bandas: siempre falla alguna de las terminales.

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