Amancio López Seijas, presidente de Hotusa, es el empresario que está detrás del Foro La Toja, que la próxima semana reunirá en el hotel de la isla a académicos, empresarios y políticos de prestigio. El objetivo es defender el Estado del bienestar y esbozar el mundo que está por venir. "Buscamos altura de miras, luces largas y honestidad intelectual. Pensar en el medio y largo plazo, porque con demasiada frecuencia hablamos de lo local y del corto plazo", cuenta López Seijas.
-¿Por qué decide dar el salto de una cena de amigos que empezó hace doce años, y en la que estaban, entre otros, Antón Costas y Josep Piqué, a organizar el Foro La Toja?
-Esas cenas de un grupo de amigos eran siempre con la máxima discreción, básicamente para que cada uno pudiese hablar con absoluta libertad. Éramos un grupo heterogéneo, transversal, con opiniones de todo tipo y los encuentros resultaban muy enriquecedores. Pasado el tiempo empezamos a pensar que mientras hay una parte de la sociedad que defiende los valores que nos han permitido vivir la mejor época de la historia en España, Europa y el mundo, hay otro grupo explicando las maldades del sistema, y entonces pensamos que uno tiene que salir a defender en público el modelo en que cree y así apostamos por la creación del Foro La Toja, para que todas las personas, instituciones y "think tank" que defienden lo mismo tuviesen un espacio común.
-¿Cuál es ese modelo que defienden?
-Es el modelo de Occidente, desde Grecia, Roma, el Renacimiento, el Humanismo cristiano, la Ilustración? y que ha permitido dar un salto espectacular a partir de la Segunda Guerra Mundial, fundamentalmente en Europa y Estados Unidos. Me refiero a los derechos humanos, la economía de mercado, la generación de riqueza, la educación universal, la sanidad pública, las pensiones, las prestaciones sociales... Este modelo hay que preservarlo, y uno lo defiende desde la izquierda y otro desde la derecha, pero hay que preservarlo. La sociedad del Bienestar hay que preservarla. Para bien o para mal no tenemos alternativas de otros sistemas que se hayan probado y se hayan visto válidas. Esto tiene que ser lugar común en un momento trascendental como el actual con la revolución digital y el fenómeno de la globalización y grandes retos pendientes, como las migraciones y el cambio climático.
-En su comité organizador cuenta con un exministro del PP y una exsecretaria de Estado de un Gobierno popular, pero luego a la clausura del encuentro se trae al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, del PSOE. ¿Cómo lo ha logrado?
-El Foro es apartidista absolutamente. Representa al centroderecha, centroizquierda, social liberalismo, socialdemocracia... que es lo que nos ha llevado a estas cuotas de bienestar. Huimos del extremismo, del populismo, del sectarismo. No habrá intervenciones políticas en el foro. Cuesta mucho entender que en este país se organice algo que no tenga un interés partidista. La política con mayúscula no tiene que ser confrontación, ni maniqueísmo. Tiene que ser buscar grandes objetivos a largo plazo y buscar el bien común para el mayor número posible de personas e impulsando la igualdad de oportunidades.
-El Foro se celebra en plena precampaña del 10N. ¿Qué le parece ir a elecciones de nuevo?
-No quiero hacer pronósticos porque no acierto ni uno. Espero que este país tenga un Gobierno estable que contribuya al crecimiento económico, a la creación de empleo y que haga las reformas que tenga que hacer. No quiero entrar en más opiniones porque no me corresponde.
-¿Por qué no da usted una conferencia en el Foro, contando su experiencia: hijo de unos campesinos humildes de Chantada y ahora empresario de un grupo, como Hotusa, que factura al año 1.150 millones y cuenta con 6.000 empleados directos?
-Hay otros muchos que lo pueden hacen mucho mejor que yo. Pero este foro defiende la igualdad de oportunidades, que ha impulsado la gran transformación de España y de parte del mundo.
-¿Cuál es el secreto de su éxito?
-El éxito es un concepto relativo, subjetivo y con frecuencia efímero. Pero creo que hay que tener mucha ilusión para superar los enormes obstáculos que uno se encuentra. Después trabajar, ser riguroso, ser constante, no darse por vencido, cuando te caes, levantarse? No hay fórmulas concretas.
-¿Lo tienen más difícil ahora los jóvenes emprendedores que usted cuando empezó?
-Como gallego le diría que ni mejor ni peor, ni siquiera igual. Yo creo que las crisis son momentos de muchas amenazas, pero también de oportunidades. Lo importante es la actitud.
-Usted estudió con becas y es un defensor de la igualdad de oportunidades. ¿Qué responsabilidad tienen las empresas en esta cuestión?
-La igualdad de oportunidades la garantiza, sobre todo, la educación. La responsabilidad de los empresarios tiene que ser la misma que la de los individuos, pero multiplicada, pues sus decisiones afectan a más personas. Un buen padre se preocupa del futuro de sus hijos y nietos y las empresas también tienen su responsabilidad con sus trabajadores.
-¿Qué le diría a un joven que quiere montar su negocio?
-Que haga lo que le gusta, que nadie le quite la ilusión, que va a tener que trabajar mucho, pero pasándoselo bien, que defienda su proyecto, que busque un elemento diferenciador, no hay que ir a donde van todos, que intente dejar un legado.
-¿Cuál fue su elemento diferenciador?
-Formé parte de un grupo de personas que no conocíamos este negocio, no teníamos maestros y quizás encontramos nuestro camino por sentido común, con tenacidad y esfuerzo. Y frecuentemente obviando lo que hacían otros, y no quiero decir que sea siempre bueno. A veces cuando no tienes dinero, ni experiencia, incluso tienes una formación limitada en algunos aspectos, todos estos puntos débiles se pueden convertir en puntos fuertes cuando te dejas llevar por el sentido común y la lógica. Aprender es relativamente fácil, desaprender los viejos esquemas es muy complicado. Esta es parte de mi experiencia, y no digo que sea el camino y que sea recomendable para todos, pero cada uno debe buscar su camino. Dejarse guiar por sus convicciones y su sentido común y luego luchar.
