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Los hoteles asturianos deben invertir ya en tecnología para vender más, aconsejan los expertos

Un estudio revela la necesidad de la digitalización para posicionar "el enorme potencial turístico" del Principado en el extranjero con ofertas innovadoras

Los hoteles asturianos deben invertir ya en tecnología para vender más, aconsejan los expertos

Los empresarios hoteleros asturianos tienen que invertir con urgencia en nuevas tecnologías para explotar el "enorme potencial turístico" que los expertos aseguran que tiene la región y para el que hay que estar preparados. Se trata de posicionar la oferta hotelera en el mercado nacional e internacional, sorprender al cliente con un servicio innovador y lograr así una reputación que permita avanzar al Principado a los puestos de cabeza con un turismo desestacionalizado y de calidad. Un estudio del Instituto Tecnológico Hotelero (ITH) indica, por ejemplo, que la tecnología wifi es "determinante" en la elección de un alojamiento y que un 44,5 por ciento de los clientes están dispuestos a pagar un poco más por alojamientos más innovadores.

La penetración de las nuevas tecnologías en los alojamientos turísticos asturianos se encuentra en la media nacional, aunque un 33 por ciento presenta un nivel alto.

El Instituto Tecnológico Hotelero ha desarrollado en Oviedo una jornada, de la mano de la patronal turística OTEA, en la que participaron más de medio centenar de alojamientos turísticos de Asturias. En el encuentro se abordó el uso de la inteligencia de datos en diferentes ámbitos del negocio hotelero: benchmarking, gestión operativa, reputación online y posicionamiento, distribución, y experiencia de cliente.

"Se trata de saber utilizar los datos para conseguir una buena gestión hotelera, de poner el foco en herramientas concretas para decidir qué nos interesa según el objetivo que se quiera conseguir", explicó Carlos Domínguez, responsable de Nuevas Tecnologías y Operaciones Hoteleras del Instituto.

Los expertos aseguran que Asturias se ha colocado en el punto de mira del potencial de crecimiento turístico porque ofrece un producto diferencial y global: cultura, gastronomía, playa, montaña, compras y hasta el clima. "Aumenta el interés y esta comunidad tiene unas enormes posibilidades. Ahora la clave está en que los empresarios del sector sepan utilizar todo el potencial que tienen a su alcance para gestionar los datos y posicionar su negocio y por extensión la oferta turística global", señaló Domínguez.

Por ejemplo, con las herramientas adecuadas se sabe no sólo la nacionalidad del cliente, sino cuándo es su cumpleaños, si viaja con la familia o por negocios, si le gusta la almohada alta o baja, y hasta qué colores o qué fruta le gusta, y por supuesto cuando es su cumpleaños. "Toda esa información permite personalizar hasta la habitación en la que se va a alojar, para que esté lo suficientemente cómodo y tenga una experiencia de su estancia tan positiva que la traslade. Eso incrementa la reputación del establecimiento y le hace subir puestos en su posicionamiento en las redes sociales, que se siguen en todo el mundo", explicó el responsable de Nuevas Tecnologías y Operaciones Hoteleras del ITH.

Un reciente estudio elaborado por este Instituto concluye, por ejemplo, que los viajeros jóvenes demandan mayor nivel de tecnología en los alojamientos y consideran básicos el wifi, el registro virtual de entrada y salida, las redes sociales como medio de atención y la llave digital. Así, se recogen frases como "No me gusta tener que esperar para que me den la llave, prefiero llevarlo ya hecho", o "me gusta salir a correr y no estar pendiente de perder la tarjeta".

La eficiencia

Los viajeros de más edad están abiertos a nuevas tecnologías, aunque reclaman aspectos tradicionales como el trato personal. De la tecnología valoran que se les haga una oferta complementaria integrada (como excursiones); wifi; smart tv y una aplicación de menú diario. Los comentarios son, por ejemplo, "el wifi viene muy bien con niños para entretenerlos" y "lo de las excursiones en el hotel es una maravilla".

Los viajeros edad más avanzada son más reticentes a las nuevas tecnologías y prefieren hoteles conocidos y un trato personal. En este caso el reto es desarrollar tecnología que no les obligue a interactuar.

"La tecnología te permite reducir procesos. Imaginemos que un cliente demanda un albornoz, o toallas. Llama a recepción, de ahí a la gobernanta, luego a una camarera que va a buscarla y la lleva a la habitación, ¿cuánto tiempo pasa? Pero si las solicitudes estuviesen digitalizadas, el proceso sería mucho más rápido, con lo que el personal sería más eficiente y además conoceríamos más cosas del cliente para ofrecerle una experiencia aún mejor en su visita", remarcó Carlos Domínguez.

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