Pese a que luchó durante los dos últimos años "como un titán", ayer el catedrático de Química Analítica de la Universidad de Oviedo Agustín Costa García no pudo más. Falleció a los 70 años en el Centro Médico de Asturias, provocando un "gran shock" entre sus compañeros, quienes lo definen, en el terreno profesional, como "un excelente investigador y emprendedor" -creó cuatro empresas- y, en lo personal, como una "persona carismática y muy querida". Costa, nacido en Meres (Siero) en 1949, murió "con las botas puestas". Hasta su última recaída, a finales del mes pasado, estuvo en el laboratorio, dirigiendo su grupo de investigación, y sin dejar de impartir una sola clase. "Recibía el tratamiento en Madrid y al día siguiente ya estaba en la Facultad", resaltan sus amigos, que lamentan que la Universidad no haya sabido reconocer su gran talla científica con el título de profesor emérito.

Costa, casado con Leonor Cimadevilla y padre de cuatro hijos -ninguno científico-, llevaba tiempo enfermo. Tenía un sarcoma casi incurable, que le obligó a someterse a varias operaciones quirúrgicas. Aunque su buena respuesta al tratamiento llenó de "esperanza" la pasada primavera a familiares y compañeros, el pronóstico del mes pasado sepultó toda señal de optimismo. "Ya no había nada que hacer. Estuvo ingresado en Madrid y el fin de semana lo trajeron a Oviedo al Centro Médico", cuenta apenado Ricardo Álvarez, catedrático de Ingeniería Química y persona muy cercana a Agustín Costa, al que conoció en su época de estudiante en 1969 . "El hombre luchó, luchó y luchó. Luchó como un titán. Eran muy tranquilo, amigo de escuchar y conversar, y trabajador. Pudo haberse jubilado hace ocho años y no quiso, esta era su pasión. Incluso en los momentos más débiles, subía a la Facultad a dirigir su grupo de investigación", añade.

Para Paulino Tuñón, el que fuera candidato a Rector en las elecciones de 2016 era una "excelente persona, un gran amigo y un buen investigador y comunicador". En este último aspecto "había mejorado mucho y parte de su éxito empresarial se debió a que supo dar publicidad a sus trabajos". El currículum de Agustín Costa fue brillante: publicó más 230 publicaciones en revistas internacionales, dirigió 26 tesis doctorales, sacó 15 patentes... Pero sobre todo ello destaca su papel como emprendedor. Fundó cuatro empresas desde las aulas ("spin off"): Dropsens, Micrux Fluidic, Health Sens y NanoVex. Por todo ello, su discípulo y amigo, Arturo José Miranda, asegura que Costa fue "uno de los mejores catedráticos de Química desde la Transición". Sin embargo, opina, en la Universidad "no han querido valorarlo": "La prueba es que le denegaron el título de profesor emérito, algo que me parece incalificable y que a él le disgustó mucho". "Fue un feo", en opinión también de Leopoldo Tolivar Alas, catedrático de Derecho Administrativo y hombre de confianza del químico, ya Tolivar dirigió su campaña al Rectorado. "Pese a que su muerte era esperada, estoy muy afectado. Éramos amigos desde hacía más de 30 años. Es una pérdida muy grande para la ciencia", dice.

Arturo José Miranda, cuya tesis doctoral dirigió el propio Agustín Costa, recuerda que la entrega del profesor "fue total" y que era un hombre "muy cálido, agradable, que tenía siempre la puerta abierta a todo el mundo". "Se comportó como un auténtico león, dando clases hasta el último momento", afirma. Francisco García, catedrático de Química Inorgánica, también ahonda en su faceta personal: "Generoso con todos, perdonó siempre a los que le hicieron pasar malos ratos, tremendamente eficaz en el trabajo y siempre preocupado por los demás, nos ha dejado antes de tiempo, con una estela de buen ejemplo cristiano, que es lo que siempre quiso ser".

El rector Santiago García Granda lamentó ayer "profundamente" la pérdida de quien fue su "compañero en el departamento de Química Física y Analítica". "Nuestras trayectorias académicas estuvieron ligadas primero como profesor cuando comencé mis estudios en la Facultad de Química en 1975, y a partir de 1980 como colega. Dentro de su bagaje académico destaca su extraordinario y singular impulso al emprendimiento y su compromiso con la formación de sus estudiantes. Logró aglutinar en torno a sí un equipo muy transversal de más de medio centenar de investigadores", subrayó.