Feve sigue cayendo en barrena: ha perdido 180.000 viajeros en un año y 2,4 millones en lo que va de siglo. Solo en el último año el número de viajeros disminuyó un 12,46 por ciento, pasando de vender 1,45 millones de billetes en los primeros nueve meses de 2018 a registrar 1,27 millones en el mismo periodo de este año, según los datos que maneja la compañía, recogidos por Sadei. La empresa ferroviaria, denominada ahora Renfe Ancho Métrico (RAM), no parece encontrar suelo en su caída, pues en lo que va de siglo ha perdido el 66,8 por ciento de sus usuarios, ya que llegó a sumar 3,69 millones de enero a septiembre de 2005, el triple que este año.
Las cercanías de Renfe presentan mejores números: han frenado su desplome, aunque continúan a la baja. Renfe Cercanías sumó en Asturias durante los primeros nueve meses de este año 3,44 millones de viajeros, solo 10.000 menos que el año pasado, lo que significa un mínimo descenso del 0,45 por ciento. Pero en lo que va de siglo el declive es enorme: ha perdido un 45,76 por ciento de los usuarios que tenía en 2001 (6,34 millones).
Las líneas de cercanías de Feve y Renfe suman 4,7 millones de pasajeros entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de este año. Es un 4 por ciento menos que los 4,9 millones del mismo periodo del año pasado, y un 52,37 por ciento menos que los casi 10 millones de usuarios que se movían en las cercanías asturianas en 2001.
La situación del ferrocarril en Asturias ha generado en los últimos años severas críticas de los usuarios, los sindicatos y los partidos políticos, que se han visto refrendadas por el Gobierno del Principado.
El Ejecutivo central, que tiene las competencias exclusivas en materia ferroviaria en Asturias, reaccionó en diciembre de 2017 presentando el denominado "plan de cercanías de Asturias", con un gasto anunciado de 580 millones, a invertir hasta 2025. Su denominación como "plan" fue cuestionada incluso por algún colegio profesional, ya que carece de objetivos, aunque sí prevé paliar las carencias provocadas en la red asturiana por la casi total ausencia de inversiones en los últimos decenios.
Además, el plan de cercanías, presentado por el entonces ministro de Fomento Íñigo de la Serna (PP), carecía de dotación presupuestaria, pese a lo cual fue asumido por su sucesor, el actual dirigente del departamento en funciones, José Luis Ábalos (PSOE).
El cambio de Gobierno en el Principado, tras las elecciones del pasado 26M, ha propiciado que el nuevo Ejecutivo reclame una revisión del documento. El resultado es un "plan de choque" para acometer de manera urgente las principales necesidades de la red ferroviaria asturiana; entre ellas, el mantenimiento de las vías, los puentes y los túneles, mejoras en los talleres y la adquisición de locomotoras de segunda mano para ser utilizadas hasta que lleguen las que ya ha adquirido Renfe, en 2022 o 2023.
El plan de choque tiene como principal objetivo mejorar la red de ancho métrico, que está registrando cientos de cancelaciones cada semana debido, sobre todo, a que la compañía solo cuenta con material obsoleto, que registra continuas averías y para el que en la mayor parte de las ocasiones no se encuentran recambios. Esta situación ha provocado que los encargados de la reparación del material móvil hayan tenido, incluso, que adaptar piezas de autobuses y camiones procedentes de desguaces.