El Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA acoge el próximo martes, 3 de diciembre, una nueva edición de eWoman, una jornada motivadora, con ponencias inspiradoras, que tiene como objetivo mostrar los casos de éxito de mujeres que han destacado por su trayectoria profesional y liderazgo en el entorno digital y tecnológico. Organizada por esta cabecera y Prensa Ibérica, contará con la presencia de Raquel Villa, directora de recursos humanos, comunicación y operaciones de Transinsa, quien compartirá su trayectoria y evolución personal y profesional, y tratará de dibujar el futuro de la gestión de personas, su ámbito de conocimiento. "El futuro lo estamos construyendo hoy, y lo único seguro es el cambio", afirma.

- Transinsa fue la primera empresa del sector con un plan de igualdad. ¿Qué supuso hace una década tener este plan?

-Supuso principalmente tener un diagnóstico claro de la situación. En 2008, Transinsa tenía muy pocas mujeres trabajando como personal de movimiento, pero sobre todo sirvió para visibilizar una desigualdad muy importante: la inexistencia de mujeres en puestos de dirección y/o responsabilidad. Hay que tener en cuenta que veníamos de un sector, el transporte, eminentemente masculinizado.

- ¿Cuáles fueron los primeros pasos?

-A partir de ese diagnóstico, se comenzó a trabajar para corregir dichas desigualdades y las acciones en materia de género se convirtieron en prioritarias. Fue por ello que en 2011, tras tomarse la decisión de incorporar un director/a de RR HH externo, la dirección priorizó las candidaturas femeninas; así, podría decirse que mi incorporación a la compañía fue fruto de su plan de igualdad. A esto se le unen las medidas de conciliación, formación específica en atención a víctimas de violencia de género, políticas de comunicación y lenguaje inclusivo, etcétera.

- A estos le siguieron otros...

-En el ámbito de la presencia de mujeres en puestos decisivos, desde 2018 el 40% del consejo de dirección está compuesto por mujeres. También en estos años han sido contratadas/promocionadas cinco mujeres como mandos intermedios. En una empresa de 450 trabajadores y un índice de rotación muy bajo, el esfuerzo de la dirección para alcanzar estas cifras en nueve años ha sido titánico. Además, uno de nuestros objetivos es incrementar el número de mujeres en el ámbito del "personal de movimiento".

- Explíquese...

-Internamente una de las cuestiones que trabajamos es que nuestras TES (técnicos/as de emergencias sanitarias) tradicionalmente tienden a ocupar funciones de TES-camillero/a y, especialmente en vehículos de urgencia, tenemos pocas mujeres que quisieran asumir el reto de conducir. Investigamos la situación y dimos formación para promover "su empoderamiento en la conducción".

- ¿Próximas iniciativas?

-Otro objetivo es el de incrementar el número de mujeres global en plantilla y, dado que nos llegaban pocas candidaturas de aquellas que hayan cursado la formación de TE, decidimos poner en marcha un certificado de profesionalidad que invirtiese el orden habitual del género de los/as alumnos/as. Así, en 2018 lanzamos un curso en el que formamos a tres hombres y doce mujeres, y el 75% fue contratado. Nuestros objetivos, los cuales trabajamos desde el comité de igualdad, siguen en esa línea: seguir avanzando en la incorporación de mujeres en todos los ámbitos de nuestra empresa y también aportar a la sociedad asturiana nuestro conocimiento y buenas prácticas en este ámbito. Actualmente, estamos inmersos en un ambicioso proyecto de humanización, que integra formación específica en la atención a víctimas de violencia de género.

- ¿Qué le parece que aún sea noticia que una mujer llegue a un cargo de responsabilidad?

-Las noticias son el reflejo de la sociedad que vivimos, en ese sentido, si aún sigue siendo noticia que una mujer alcance un cargo de responsabilidad, es porque nuestra sociedad aún no lo ha integrado como un "hecho común". Y es que, desgraciadamente, aún no lo es: las mujeres, que en España superamos la mitad de la población, solamente representamos el 17,2% de los puestos de alta dirección en empresas cotizadas.

- ¿La igualdad debe educarse desde la etapa escolar?

-Sin ninguna duda. Sabemos que en la infancia empiezan a conformarse los estereotipos, y por tanto ese habría de ser el momento de intervenir desde una perspectiva de igualdad y transversal. Habría que comenzar por visibilizar la imagen de la mujer, ausente en los libros de texto y en la historia en general. La educación en valores de igualdad, respeto y tolerancia ha de ser la vacuna frente a la violencia de género. Si queremos una sociedad más igual, el futuro está en los niños y niñas que hoy se están educando; tomar acción en favor de la igualdad de género en edades tempranas es clave, y daría solución, por ejemplo, al problema del escaso número de vocaciones femeninas en las carreras STEAM.

- Hable un poco de su trayectoria profesional, ¿cómo llegó al puesto que ostenta?

-Un resumen: estudié Psicología en la Universidad de Oviedo y fui becada para estudiar cinco meses en la Universidad de New Paltz (New York), siempre supe que querría trabajar en el ámbito de la gestión de personas en las empresas. La Fundación Laboral de la Construcción me dio mi primera oportunidad profesional, y luego tuve la oportunidad de llevar a cabo la primera selección en Asturias de más de 200 operadores de telemarketing en la primera plataforma de este tipo que se estableció en la región. En 2004, Mercadona me ofreció ser gerente de RR HH en su expansión de Asturias-Cantabria, y fueron siete años tan intensos como apasionantes, los cuales incluyeron, en 2007, el proyecto más importante de mi vida: mi hija Olaya. Compatibilizar mi vida profesional y de madre me ha convertido en malabarista.

- Y llegó a Transinsa...

-En 2011, Transinsa buscaba un/a profesional externo/a para la gestión de sus RR HH, Me consta que competí con más de 50 profesionales de la región y durante el proceso de selección me apasioné con su proyecto y lo que habían construido hasta aquel momento. Finalmente me ofrecieron el puesto, y poder formar parte de su historia estos últimos ocho años ha sido una experiencia transformadora para ambas partes.

- Hable de #SoyPromociona...

-En 2017 se produjo un hito importante en mi carrera; tomé parte del proceso de selección para la V Edición del Programa Promociona, que me convirtió en #SoyPromociona -https://proyectopromociona.com/-. En un principio me apunté para vivir la experiencia del proceso de selección, pero resulté elegida y hoy me siento orgullosa de formar parte de este programa, el cual supuso para mí no solamente un evento formativo y de mentoring desarrollado por ESADE, sino un estrecho vínculo con mujeres directivas, algunas de ellas del Top 100 mujeres líderes, que se mantiene a día de hoy "Mujeres directivas con afán de cambiar el mundo". Hasta su VII Edición en este 2019, hemos sido solo cuatro las asturianas que hemos tenido el privilegio de formar parte de este proyecto y creemos en la importancia de incrementar esa participación del talento asturiano e interconectarlo con directivas de nivel internacional.

- ¿Le costó más que a un hombre?

-No tengo esa percepción sobre mi propia carrera. Se han sucedido distintas oportunidades y me considero afortunada, tal vez estaba en los momentos adecuados en los lugares precisos. Pero no soy ajena a la realidad del mundo en que vivo: según datos aportados por la UE, un 60% de las licenciaturas que se obtienen en Europa son femeninas, lo que contrasta con el hecho del escaso número de posiciones directivas que ocupamos; luego es evidente que nuestro desarrollo profesional es una carrera de obstáculos, no todas llegamos, y probablemente trabajamos más para llegar al mismo sitio, aunque a veces ni siquiera seamos conscientes de ello.

- ¿Se ha sentido alguna vez discriminada o peor valorada por el hecho de ser mujer?

-Quienes me conocen señalan el origen de mi carácter tenaz y algo obstinado, en mi ascendencia casina (Campo de Caso), provengo de una estirpe de mujeres luchadoras a quienes no se les ponía nada por delante en la lucha por su propia supervivencia; en ese sentido, estimo que, si en el camino se me han puesto piedras por el hecho de ser mujer, seguramente las he saltado, rodeado y olvidado para seguir.

- Su filosofía es "Nada cambia si no cambiamos nada"...

-Todo gran cambio comienza por la toma de conciencia y un plan de acción, una hoja de ruta, que empieza siempre por comenzar a dar un primer paso. Si queremos un cambio, lo importante es pasar siempre a la acción, tan pronto tengamos consciencia de querer y/o necesitar ese cambio.