Unión en el Mediterráneo, división en el Cantábrico. El Levante español acaba de exhibir su tremendo músculo empresarial, político y civil al reunir en Elche a 1.500 empresarios para reivindicar la conclusión en 2025 del Corredor Mediterráneo del tren de mercancías. Mientras tanto, en el Noroeste, a la espera aún de que despegue su proyecto de conexión ferroviaria con Europa, persiste la división surgida en julio al desmarcarse las patronales de La Coruña y Lugo de la demanda de un trazado de León a la capital coruñesa pasando por Vigo. Los representantes empresariales de La Coruña y Lugo exigen un trazado directo y alternativo desde León, sin pasar por la localidad viguesa, al entender que lo contrario perjudicaría los intereses del norte de Galicia. Y el acuerdo entre las dos partes parece ahora mismo imposible.
El Levante español, por el contrario, está más unido que nunca: organizó el jueves un acto reivindicativo al que acudieron empresarios de Cataluña, Valencia, Murcia, Andalucía y Madrid, y al que no quiso faltar el Gobierno central, representado por el secretario de Estado de Infraestructuras, Pedro Saura (murciano), que comprometió inversiones por 4.000 millones para cumplir el objetivo demandado. Saura sustituyó al ministro de Fomento, José Luis Ábalos (valenciano), quien tuvo que ausentarse por las negociaciones para formar gobierno.
Saura aprovechó para sacar pecho porque en el último año y medio se han invertido en ese corredor 2.000 millones de euros y hay comprometidos además otros 4.000. Más: adelantó que si se aprueban los Presupuestos del Estado para este año, la entrada en servicio del corredor será en 2025, tal y como reclaman los empresarios.
En el Noroeste la cosa es bien distinta. Hace solo nueve meses que Asturias y Galicia se incorporaron al Corredor Atlántico, pero solo en el plano teórico, porque todavía no hay ningún proyecto firme para modernizar las líneas hacia el Noroeste, que en la actualidad no cumple el más mínimo estándar de calidad.
La patronal del Noroeste denunció hace un mes la inacción del Gobierno y Fomento respondió que aún está a tiempo de presentar los proyectos a la Unión Europea (UE), porque es a partir de 2021 cuando Bruselas permitirá que España solicite fondos -en concurrencia competitiva- para financiar la reforma del tren de mercancías. Y, pese a la sintonía entre los gobiernos gallego y asturiano, la fractura empresarial en Galicia, unida a la anterior "deserción" de Cantabria, deja en el aire el futuro del tren de mercancías en el Noroeste.
