La pista del aeropuerto de Asturias será modernizada durante los dos próximos años. Será su "puesta de largo para el futuro", reseñó ayer el director de la instalación, Carlos San Martín. Aena invertirá 20 millones de euros para adecuar el área de movimiento del aeródromo y mejorar sus prestaciones. Las obras se desarrollarán durante 14 meses, a partir del segundo semestre de 2020, y se ejecutarán de tal manera que afectarán mínimamente a las operaciones aéreas, a las compañías y a los usuarios.

La complejidad de la obra y el hecho de que se actuará de forma integral sobre la pista, construida en 1968, hará necesaria la suspensión de la actividad del aeropuerto durante un total de 14 días, repartidos en periodos de 48 horas. Esta decisión se adoptó en coordinación con las compañías que operan en el aeropuerto asturiano. Los trabajos serán nocturnos, pese a lo cual será necesario suspender la actividad durante los días 7, 18, 24 y 25 de noviembre de 2020; los días 6, 7, 13, 14, 20, 21, 27 y 28 de abril de 2021, y, por último, las jornadas del 4 y 5 de mayo de ese mismo 2021. Son todos martes y miércoles, al ser los días con menor actividad aeroportuaria en Asturias. La elección de estas fechas se debe a que en ellas se conjuga esa citada menor afección operativa (hay menos despegues y aterrizajes) y un clima que permite "el extendido y enfriado del aglomerado en condiciones óptimas", según señaló Aena.

La planificación se ha realizado con más de un año de antelación, de tal manera que las aerolíneas aún no han vendido billetes para esas fechas. La decisión de actuar sobre la pista del aeropuerto responde al "seguimiento continuo y exhaustivo de sus condiciones de operación", indicó San Martín. Las mejoras incluirán, entre otras acciones, la corrección de pendientes y la adecuación de los terrenos que la rodean.

Los trabajos principales (los relacionados con la regeneración de pavimentos, la adecuación del drenaje y la mejora del balizamiento) deben ejecutarse con la pista fuera de servicio de forma continuada. El resto de trabajos se acometerán en horario no operativo o con la pista en servicio, siempre que la naturaleza de los mismos así lo permita, ofreciendo con ello "el mejor servicio posible durante la ejecución de una obra de esta envergadura", apuntó Aena.

La renovación de la pista de aterrizaje en el aeropuerto de Asturias moverá grandes cifras y servirá, además de para regenerar el pavimento de la pista y de varias calles de rodaje de entrada y salida, para renovar íntegramente el drenaje del campo de vuelo. La pista tiene 2.200 metros de longitud y 45 de ancho, y se regenerarán con la obra más de 62.000 toneladas de pavimento flexible, según los cálculos de los proyectistas.

Para garantizar la finalización de los trabajos en las jornadas previstas, se dispondrá dentro del aeropuerto de dos plantas de aglomerado con capacidad para producir de 250 toneladas a la hora, seis fresadoras, seis extendedoras de asfalto y 40 camiones entre bañeras y volquetes. Además, fuera del aeropuerto, habrá otra planta de aglomerado asfáltico en reserva para cubrir posibles contingencias.

Se moverán 100.000 metros cúbicos de tierras y se adecuarán más de 2.000 elementos entre arquetas eléctricas y de balizamiento, letreros y otros elementos, de modo que, en caso de una salida de pista, la aeronave afectada sufra los menores daños posibles.