El pico epidémico de la gripe se producirá en Asturias, como muy pronto, en el mes de enero. Lo que ya está entre nosotros, y con un nivel de actividad notable, es una onda epidémica de virus respiratorio sincitial (VRS) que está provocando numerosos casos de bronquiolitis en niños de edades comprendidas entre uno y cuatro años.
Así lo explicó ayer el jefe del servicio de Vigilancia Epidemiológica de la Consejería de Salud del Principado, Ismael Huerta, quien destacó que la pauta habitual indica que el virus sincitial es telonero de la epidemia de gripe, según la siguiente secuencia: "Cuando la presencia del VRS empieza a bajar, la gripe empieza a subir". Por el momento, la incidencia del virus respiratorio "sigue subiendo" y la gripe aún no ha aparecido.
Con relación a años anteriores, está siendo relativamente elevada la tasa de aislamientos de virus sincitiales. Se trata de patógenos que dan lugar a cuadros respiratorios que fácilmente pueden confundirse con catarros y que guardan similitudes con el asma. Una parte de estos virus afecta a los bronquios y produce bronquiolitis, inflamación que se manifiesta por una respiración silbante. "Resulta bastante habitual que este tipo de procesos se curen por sí solos", señaló Ismael Huerta.
En los años anteriores, los virus de la gripe ya estaban circulando por Asturias en el mes de diciembre con notable fluidez. Llegó a resultar habitual que la curva epidémica en Asturias se adelantara de forma significativa a las del resto del territorio nacional. Lo habitual es que, una vez que la red centinela de centros de salud detecta las primeras circulaciones de virus de la gripe, transcurran cuatro o cinco semanas hasta que la curva epidémica alcanza su cénit y comienza su declive.
¿Qué puede suceder este invierno? A juicio de Ismael Huerta, y siempre sobre la base de que la gripe tiene un comportamiento impredecible, no es descartable que el virus gripal comience a circular durante las fiestas de Navidad. "Entra dentro de lo razonable, porque son fechas en las que la gente sale mucho de casa y convive durante horas en espacios cerrados, como medios de transporte o centros comerciales, que favorecen la difusión del virus", precisó el responsable de Vigilancia Epidemiológica. Por el momento, los expertos no disponen de información suficiente para pronosticar el nivel de agresividad de los virus gripales de este invierno.
Llegue cuando llegue, la gripe se encontrará en Asturias con una ciudadanía más protegida que en tiempos precedentes. Por segundo año consecutivo, la tasa de vacunación ha aumentado, después de alcanzar cotas muy bajas, particularmente entre los mayores de 65 años. "No sabemos las causas exactas, pero sospechamos que un factor relevante es que la mejora de las vacunas que ofertamos haya generado un cierto efecto llamada", indicó Ismael Huerta.
