La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El impensable final feliz del Colegio de Enfermería

La nueva directiva toma posesión y deja atrás años de irregularidades

La nueva junta directiva del Colegio de Enfermería de Asturias toma posesión de sus cargos con el objetivo de abrirse a la sociedad

La nueva junta directiva del Colegio de Enfermería de Asturias toma posesión de sus cargos con el objetivo de abrirse a la sociedad

Para ver este vídeo suscríbete a La Nueva España o inicia sesión si ya eres suscriptor.

La nueva junta directiva del Colegio de Enfermería de Asturias toma posesión de sus cargos con el objetivo de abrirse a la sociedad Pablo Álvarez

Hay situaciones que empiezan fatal y acaban bien. Y conviene valorarlas en sus justos términos. El Colegio de Enfermería de Asturias ha vivido unos años de episodios convulsos. En enero de 2014 llegó a la Fiscalía una denuncia de un grupo de enfermeros que hablaba de presuntas irregularidades de la junta directiva en la gestión de los dineros provenientes de las cuotas de los colegiados (hoy cerca de 7.500, mujeres en su mayoría, que pagan aproximadamente 1.560.000 euros al año). La guerra entre los denunciantes y la anterior directiva fue larga, supuso mucho desgaste e impidió que la institución pudiera crecer en paralelo al progreso de una profesión cuyo prestigio y protagonismo se desarrollan de forma incesante.

El asunto aún está en los tribunales. Por el medio, la anterior directiva convocó unas elecciones para las Navidades de 2015, con el objetivo -plenamente logrado- de que nadie se enterase, salvo los integrantes de la única lista que concurría. Así de crudas estaban las cosas en el inicio de 2016, hasta que el Consejo General de Enfermería -que agrupa a los colegios de toda España- decidió sacudirse una larga modorra, tomó cartas en el asunto, anuló las elecciones clandestinas y nombró una gestora (junta de edad, con los colegiados más veteranos) que tardó dos años en poder entrar en la sede colegial, porque la anterior junta de gobierno se atrincheró allí. Finalmente, la junta de edad pudo tomar las riendas del Colegio en octubre de 2018, estabilizó su situación y convocó elecciones para el pasado 28 de noviembre.

Faltaba entrenamiento. La última vez que los colegiados habían acudido a las urnas para votar entre más de una candidatura a la junta de gobierno había sido en el ya lejanísimo 1980. Muchísimas de las actuales colegiadas ni siquiera habían llegado a este mundo. A estas elecciones concurrieron tres candidatos. Se temían problemas en el voto por correo. La junta de edad realizó un trabajo ímprobo para evitarlos y designó una mesa electoral que se sumó a los esfuerzos de rigor y limpieza. En aquellos momentos reinaba la inquietud, que perduró hasta el momento mismo del recuento. Contra todo pronóstico, no sucedió nada raro. Ganó con gran ventaja la lista encabezada por Esteban Gómez Suárez, integrada por varios de los colegiados que hace casi seis años presentaron la denuncia ante la Fiscalía.

Clima de armonía

Ayer, la nueva directiva tomó posesión de los cargos que desempeñará en los próximos cinco años. Asistieron algunos dirigentes del Consejo General de Enfermería. Acudió el consejero de Salud del Principado, quien ya ha materializado en gestos su discurso de impulsar el papel de las enfermeras. Estuvieron presentes los integrantes de la junta de edad y de la mesa electoral. No faltaron los dos candidatos que no salieron elegidos. Todos ellos en un clima de armonía -eso que ahora se llama "buen rollo"- impensable en aquellos albores de 2014 e impensable también hace pocas semanas.

El tiempo dirá si la nueva directiva, que subraya su voluntad de "abrir el Colegio a los colegiados", está a la altura de las circunstancias. Por lo pronto, parte de una realidad que hasta puede resultar sorprendente: las cuentas de la entidad están saneadas. Y de otra realidad tan intangible como determinante: el Colegio de Enfermería es hoy una institución respetada por sus propios miembros, por aquéllos que la mantienen con su dinero porque la ley les obliga a estar colegiados para ejercer su profesión.

Compartir el artículo

stats