La pedagoga María José Platero Díaz, especialista en educación y derechos de la infancia, es la presidenta de Unicef Asturias desde 2016. Una labor a la que se entrega con total dedicación después de más de dos décadas de participación en esta delegación de la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Una vez superados los retos que supuso la crisis económica, advierte que la situación actual es preocupante y pone sobre la mesa una exigencia: "Hay que escuchar a los niños. A los mayores, a los políticos, les sorprenderían todas las ideas y los retos que plantean". El programa Ciudades Amigas de la Infancia es la mejor fórmula para acercarse a los más pequeños y a los adolescentes; escuchar sus inquietudes, ideas y propuestas es, añade Platero, la mejor manera de hacerles partícipes de la vida pública y de hacer que su entorno vital sea más agradable.
- Concrete qué es Ciudades Amigas de la Infancia.
-Es un programa con enorme éxito, en el que Asturias es pionera y referente nacional e internacional, y que por desgracia el público en general lo desconoce. Los niños y adolescentes trabajan en grupos analizando situaciones y elaborando propuestas sobre aquellas cuestiones que más les preocupan en sus ciudades, en sus pueblos, en sus colegios... en su entorno. Esta tarea le da a los ayuntamientos participantes idea de lo que les preocupa a sus habitantes, de posibles alternativas y soluciones, pero a los niños y jóvenes también les sirve para aprender a analizar, a debatir, a pensar, a expresarse en público y, muy importante, a ser escuchados y a escuchar.
- A los políticos rara vez se les escucha hablar de políticas de infancia.
-Porque hay otras que ocupan posiciones más importantes, son más prioritarias, como las medioambientales o las de género, por poner algún ejemplo. Pero las de infancia no están a ese nivel y por eso no tienen la misma repercusión ni el mismo recorrido.
- El papel de la joven activista sueca Greta Thunberg quizás ayude a que se escuche más a los pequeños y a los jóvenes.
-Los niños tienen una fuerza increíble para transmitir y se les ocurren ideas buenísimas que tendríamos que aprender a aprovechar. Quienes están en estos procesos de participación infantil ciudadana son personas que sin percatarse están en un proceso de empoderamiento, y así es como se genera a futuros líderes sociales, desde la infancia, con participación, análisis, propuestas, mejoran en conocimiento de sus derechos, en su capacidad de negociación...
- ¿Qué les preocupa a los niños y a los jóvenes asturianos?
-Muchas cosas. El año que viene tenemos planificados cinco encuentros autonómicos de participación infantil y una de las temáticas será el reto demográfico. Aunque los adultos no lo crean, está en su agenda y en primera línea de preocupación. Quieren que haya más niños y niñas. Los pequeños para tener con quien jugar y los mayores porque empiezan a ser conscientes de las dificultades que plantea la falta de nacimientos y que la gente se vaya a otros lugares.
- La crisis económica afectó especialmente a las familias con niños. ¿Cómo les afectó a ustedes en Unicef?
-No afectó a programas directamente, pero sí a los niños porque veían muy de cerca que había familiares, compañeros y amigos que tenían dificultades. Las familias con niños fueron el sector de la población que más sufrió el empobrecimiento, y se dispararon las cifras de pobreza infantil, de las que aún no nos hemos recuperado, aunque es cierto que mejoraron. Pero los niños que participaban en nuestro programa de Ciudades Amigas de la Infancia lo vivían y les preocupaba, hasta el punto de que ellos mismos proponían debates.
- ¿Qué opinión les merecen los políticos a los niños?
-Son tremendamente críticos, y cuanto más trabajan en proyectos y más capacidad de análisis adquieren, más críticos son. Los niños son conscientes de que no sirve de nada pedir cosas inalcanzables, así que se centran en las necesidades que ellos detectan en sus vidas cotidianas. Una vez, un crío nos dijo que piden para todos, para la comunidad, no para ellos. Y es que adquieren también sensibilidad hacia la importancia de lo público, de lo que es de todos.
- Asturias es una región pionera y ejemplo de Ciudades Amigas de la Infancia.
-Y es un orgullo, pero aquí también nos encontramos con el respaldo de los ayuntamientos y del Principado. El actual presidente, Adrián Barbón, conoce bien el programa porque Laviana fue pionero junto con Avilés. También fue muy sensible la anterior consejera de Derechos Sociales, Pilar Varela, que impulsó el programa siendo alcaldesa de Avilés, y lo es también la actual consejera, Melania Álvarez. Ahora el reto está en que las propuestas de la infancia y los adolescentes lleguen a la política autonómica.
- ¿Qué retos se plantea Unicef Asturias para el nuevo año?
-Fundamentalmente dos. Uno es llegar a todos los municipios y el otro es precisamente que la participación de la infancia llegue a la Junta General del Principado. Los partidos políticos suscribieron el año pasado un pacto con la infancia donde se comprometieron a ello y aún no se consiguió activar.
