El pasado 15 de junio Alfredo Canteli cogió el bastón de mando del Ayuntamiento de Oviedo, convirtiéndose en el sexto alcalde de la democracia ovetense. Le precedieron en el cargo Wenceslao López, Agustín Iglesias Caunedo, Gabino de Lorenzo, Antonio Masip y Luis Riera Posada, primer regidor de la etapa democrática de la que ahora se cumplen cuarenta años. En el pleno de investidura, Canteli aseguró que "mi compromiso es que la gestión municipal sea eficaz para que Oviedo se convierta en la ciudad soñada", y adelantó que las políticas municipales serían "próximas y eficientes", involucrando en ellas a la sociedad ovetense. Inmerso en esta tarea, el regidor echa la vista atrás cuatro décadas para recordar un momento que, asegura, vivió con una gran responsabilidad. "Sabía que, con nuestros votos, se decidía el futuro de España". También mira hacia el futuro, y lo hace con el convencimiento de que su equipo de gobierno hará "grandes cosas" por Oviedo y por los ovetenses, por quienes se siente muy respaldado. "Pienso que ellos creen en mí, o al menos así me lo manifiestan", declara.

- ¿Dónde estaba Alfredo Canteli el 3 de abril de 1979?

-Por aquel entonces yo ya estaba felizmente casado y era padre de mis dos hijos.

- ¿A qué se dedicaba?

-A lo que seguí dedicándome tiempo después, la banca.

- ¿Se acuerda de esa primera vez ante las urnas para elegir los representantes municipales?

-Por supuesto que me acuerdo. Es difícil no acordarse de aquella fecha, y quiero destacar que lo que tuve, imagino que al igual que muchos otros que acudíamos a votar por primera vez aquel día, fue una sensación de gran responsabilidad. Sabía que con nuestros votos se decidía el futuro de España.

- En aquella época gobernaba el país Adolfo Suárez, ¿qué recuerdos tiene?

-De Adolfo Suárez tengo unos magníficos recuerdos. Creo que condujo de una forma excepcional toda la etapa de la transición. Es cierto que, en aquella época, en España había unos políticos de altísimo nivel, muy diferente a lo que tenemos hoy en día, que pusieron todo de su parte para que todo se desarrollara de la mejor manera posible.

- ¿Qué balance hace de estas cuatro décadas de democracia municipal?

-No es fácil resumir cuarenta años de democracia en unas pocas líneas. Hubo claros, y también oscuros, pero creo que el saldo ha sido tremendamente positivo, y que la evolución, tanto a nivel municipal como nacional, ha sido muy importante. Espero y deseo que en el futuro sigamos en esa misma línea.

- Usted vive este aniversario como alcalde, ¿qué balance hace de estos primeros meses?

-Han sido seis meses muy intensos, de muchísimo trabajo. Lo cierto es que me siento muy a gusto, y además muy respaldado por los ovetenses, que confiaron en mí y a los que espero no defraudar. Voy a trabajar a muerte por este Oviedo que tanto me dio. Que todos lo tengan muy claro.

- ¿De qué se siente más orgulloso?

-Sin lugar a dudas, de haber logrado consolidar un gran equipo y una gran coalición entre el Partido Popular y Ciudadanos. Estamos trabajando juntos, muy unidos, con el mismo fin: Oviedo. Tenemos una gran labor por delante, y estoy convencido de que durante estos cuatro años este equipo que tengo el honor de liderar hará grandes cosas.

- ¿Cuál cree que era la principal demanda de los ovetenses por aquel entonces?

-Es muy complicado expresar cuáles han sido las demandas de los ciudadanos durante estos 40 años. Creo que Oviedo necesitaba un impulso muy importante. Existía una cierta parálisis y necesitaba evolucionar, evolución que se produjo gracias a las corporaciones que nos trajeron hasta aquí. Necesitaba crecer en materia de comunicaciones, de dotaciones de servicios, en el desarrollo de la ciudad, y en general en bienestar para todos los ovetenses.

- ¿Y ahora?

-Ahora sigue habiendo demandas, como es lógico. Existen carencias muy importantes en ámbitos como el del deporte, fundamentalmente. De ahí que los presupuestos para el año que viene tengan una gran orientación hacia esta parcela. También necesitamos recuperar la zona rural y los barrios, mejorando el tratamiento que tuvieron hasta ahora. Esa es la línea en la que vamos a trabajar. Zonas como Ventanielles, el Cristo-Buenavista, Ciudad Naranco o La Corredoria contarán con actuaciones muy importantes durante los dos próximos años.

- Ahora se exige estar más preparado a nivel académico?

-No comparto para nada esa exigencia. Creo que lo que necesita un alcalde, y un político en general, es estar preparado para la vida. Tiene que proceder de un trabajo profesional y en el que haya tenido responsabilidades, y esa es la mejor preparación que puede aportar. El político debe llegar con experiencias demostradas y después poder retornar a su actividad profesional. Considero que es lo más conveniente y lo que mejor funciona, y tenemos muchos países de nuestro entorno como ejemplo.

- ¿La confianza que había hace cuatro décadas en los representantes municipales ha dejado paso a la desconfianza por parte de la ciudadanía?

-Entiendo que esa no puede ser una afirmación absoluta. Lógicamente, habrá casos, pero en el mío me siento totalmente reforzado y respaldado por la ciudadanía y pienso que ellos creen en mí, o al menos así me lo manifiestan.

- ¿Los gobiernos locales han sido los principales motores del cambio social y los impulsores de los avances más importantes que ha vivido España?

-Sin lugar a dudas, los gobiernos municipales son los que más cercan están de los ciudadanos y quienes conocen de cerca sus problemas. Por lo tanto deben ser los que impulsen la modernización de las ciudades. También los avances. Eso sí, sin dejar de lado a todos los gobiernos autonómicos de quienes, en gran medida, depende esa evolución que los municipios necesitan.

- ¿Qué ha supuesto la democracia para la ciudad?

-La palabra "democracia" es muy bonita, pero hay que saber ponerla en práctica y respetarla. Creo que, en ocasiones, se abusa de ella y se practica muy poco. Hay que escuchar a los ciudadanos, y hay que saber llevar las riendas del municipio por donde quieren que vayan. Y cuando hablo de los ciudadanos hablo de mayorías. Es prácticamente imposible hacer las cosas a gusto de todos, pero sí que la mayoría esté de acuerdo con lo que se va haciendo en la ciudad. En eso debemos poner todo nuestro empeño. Esa es la mejor manera de respetar lo que los ciudadanos eligieron en las urnas, que es donde expresaron democráticamente su decisión.

- En 1979 la política era cosa totalmente de hombres, y en Asturias ni una sola mujer accedió a una alcaldía. Si bien actualmente hay mujeres en los ayuntamientos, ¿para cuándo una candidata al gobierno del país?

-En primer lugar, está claro que esa decisión no depende de mí. Depende de los partidos políticos y de otros estamentos. Yo lo único que quiero, y lo único que pido además, es que quien nos gobierne tenga la solvencia suficiente para que este país crezca y progrese. Además, que pueda hacer frente a todas las dificultades que puedan aparecer en el futuro. Y no importa si es hombre o si es mujer. Hay mujeres que trabajan mejor que los hombres, y viceversa. Tenemos que mirar la valía y la preparación. En eso nos tenemos que fijar. No en si es hombre o si es mujer. Y como anécdota decir que en Asturias sí hay muchas mujeres alcaldesas, creo que veintiuna, y algunas de ellas en municipios importantes.

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