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Riego, ni golpista, ni cobarde: "Trajo tres años de libertad"

El cronista sevillano Francisco Domingo Román, autor de varias obras sobre el general, se duele de la ausencia de homenajes

Dos siglos después del pronunciamiento del entonces teniente coronel Riego al frente de su Batallón de Asturias en Las Cabezas de San Juan, el de Tuña sigue siendo una figura controvertida, tildado de golpista, incluso de cobarde. Hace unos años, fueron muy sonadas las afirmaciones del catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Sevilla Manuel Moreno Alonso, según las cuales había sido el temor a ir a la batalla en las colonias americanas lo que empujó a Rafael del Riego a alzarse con sus soldados, antes que sus ideas constitucionales. Una idea que no puede compartir el cronista Francisco Domingo Román Ojeda, autor de dos libros sobre el general asturiano: "Riego, héroe de Las Cabezas" -supervisado por el historiador Alberto Gil Novales y publicado en 1988 con motivo del homenaje que rindió Las Cabezas al general, con el descubrimiento de un busto- y "Riego, un grito de libertad", publicado por el Centro Asturiano de Sevilla.

Para Román Ojeda, Riego es "el hombre que trajo tres años de libertad a una España que iba con el paso cambiado respecto a Europa". El escritor no tienen duda: "Riego fue un constitucionalista nato. Lo de que era un golpista, hay que descartarlo. Estos militares liberales no trataban de controlar el poder para sí mismos. Una muestra es que, durante el trienio liberal, se le pide a Riego que desenvaine la espada y abandone el sistema constitucional y él responde con una carta en la que asegura: 'Nada valgo'. Las descalificaciones se arrastran desde el siglo XIX a través de lo que escribieron Galdós, Alcalá Galiano y otros", indica Román.

"Se le llega a acusar de perder las colonias americanas, de ser un cobarde. Y todo lo contrario. Fue el liberal más valiente. De cobarde no se le puede acusar nunca. Sabía que las colonias estaban perdidas desde hacía bastantes años y que cualquier intento de recuperarlas por la fuerza estaba llamado al fracaso. Era partidario de una negociación con ellas. Hablar de cobardía es una visión muy simplista, alejada de la historiografía actual", sostiene. Es relevante, añade, que se carga "exclusivamente contra Riego y no contra otros generales liberales". En ambientes militares se le reputa básicamente "como un traidor", como ya indicó en su día el general Francisco Ramos, anterior director del Instituto de Historia y Cultura Militar.

Una explicación al maltrato que ha sufrido la figura del militar tinetense podría estar en su asociación con la II República, para la que fue un referente de primera magnitud, tan importante que el régimen llegó a adoptar el "Himno de Riego" como himno nacional, de la misma forma que lo había sido durante el trienio liberal -sin los procaces versos que datan de la época de la guerra civil. "En la II República, Riego se convierte en símbolo y mito", indica Román. Pero independientemente de que, en la actualidad, Riego solo sea apreciado por los republicanos, Román Ojeda cree que es una figura que debería ponerse en valor y ser reivindicada por "todos los demócratas".

El final, ya se sabe. Una segunda invasión francesa, "para instaurar el régimen de la Santa Alianza", terminó descabalgando a los liberales. Riego, ya mariscal de campo, abandonado por sus soldados, fue capturado por tierras de Jaén y llevado a Madrid en medio de una cruel violencia. El pueblo que le había aclamado con fervor, ahora le lanzaba las mayores injurias, camino del patíbulo en la plaza de la Cebada. El "rey felón" hizo honor a su sobrenombre y le dio una muerte ignominiosa: ahorcamiento y luego decapitación. Un chivo expiatorio para que las cosas volviesen a su cauce, como si de un drama medieval se tratase.

Ayer tampoco hubo celebraciones oficiales en Las Cabezas de San Juan, solo un grupo de republicanos homenajeó el general ante su busto. Román, lo tiene claro: "Es una pena cómo están respondiendo las autoridades, que deberían rendirle homenaje, no por lo que hizo, sino por lo que simboliza".

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