Miles de interinos de toda España se manifestaron ayer en Madrid para decir "basta" a su situación laboral. Entre ellos, varios trabajadores temporales de las administraciones asturianas, que reclamaron poner fin al abuso de las contrataciones eventuales que acaban encadenándose de modo que los empleados no tienen oportunidad de conseguir de manera fija su plaza y, además, cuando acaban despedidos carecen de derechos de indemnización adecuados. Los también llamados "eterninos" quieren que en España se cumplan las exigencias europeas sobre el trabajo temporal y se ponga fin a unas situaciones "que no tienen cabida en las empresas privadas".
"Nosotros no dejamos de ser trabajadores en situación negativa, como puedan serlo los afectados por un ERE (Expediente de Regulación de Empleo) en empresas privadas; pero en este caso lo que hay es una sangría, gota a gota, de despidos", explica José Antonio Santos, coordinador de personal temporal de USIPA, que ayer llevó la protesta del colectivo asturiano a las calles madrileñas.
"Ojalá lo nuestro fuera un ERE, porque se negociarían las condiciones económicas: en nuestro caso te vas para casa sin nada, ni un euro, ni un gracias por tu trabajo, aunque hayas estado 10, 15 o 30 años", señala el representante sindical.
Cerca de 3.000 trabajadores interinos protestaron en la capital de España contra la precariedad, el fraude en la contratación y el abuso de temporalidad que se produce, según los manifestantes, en toda España. Afecta a unas 800.000 personas que, en algunos casos, encadenan hasta 300 contratos en un año. Al grito de "¡Fijeza ya!", denunciaron el despido colectivo "libre y gratuito" que aplica la Administración. También criticaron la falta de inspecciones para detectar fraudes, abusos e ilegalidades laborales en el ámbito de la Administración.
"Somos becarios permanentes; conozco casos de gente en el sector de Educación y Sanidad que lleva 30 años trabajando sin poder tener plaza fija", señala Santos. Hay situaciones en los que "una plaza de urgente necesidad, concedida según los principios de méritos y capacidad, termina 14 años en precario; eso es inadmisible en una empresa privada". El representante del sindicato USIPA no cuestiona la figura de los contratos temporales en la Administración: "Tienen que existir, porque puede haber bajas, pero no puede ser que quien entra por obra y servicio por 3 meses acabe trabajando 28 años sin ninguna estabilidad, es algo kafkiano". La situación que se produce en ocasiones es que "alguien que llegó para esa necesidad urgente, al final se ha visto utilizado para cubrir las necesidades estructurales de la Administración sin una fecha que acote esa situación".
La mirada está puesta en la sentencia que emita el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sobre el abuso de la temporalidad en el empleo público español. Está previsto que sea notificada el próximo 19 de marzo. A raíz de las demandas de seis trabajadores públicos del Servicio de Salud de la Comunidad de Madrid, los juzgados contenciosos decidieron solicitar doctrina al Tribunal Europeo.
Entre las reclamaciones está que ante el abuso de temporalidad de las administraciones quepa el derecho a estabilidad en el empleo como sanción.
El informe no vinculante elaborado por la Abogada General de la Unión Europeo sobre este asunto establece que, si bien el abuso de contratos temporales no tiene por qué sancionarse convirtiendo de inmediato ese contrato en fijo, sí cabe una indemnización bastante elevada para el interino despedido, lo que sería disuasorio para las administraciones.
