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Primer permiso del vigilante que apuñaló a su exmujer, también guarda, en Perlora

La víctima, atemorizada, pese a que el hombre, que ha cumplido la mitad de su condena de cinco años de cárcel, saldrá con una pulsera antimaltrato

El vigilante condenado. IRMA COLLÍN

El permiso de cuatro días concedido por Instituciones Penitenciarias al hombre que apuñaló hasta cuatro veces en el vientre con un destornillador a su exmujer, cuando ambos, vigilantes de seguridad, realizaban un cambio de turno en la residencia de Perlora, en Candás, ha cogido a la víctima por sorpresa y la ha llenado de temor. Sandra Triana Ocampo ya ha manifestado en alguna ocasión que teme un nuevo ataque por parte del hombre que fue su marido, a pesar de que fue condenado a cinco años de prisión por la sección tercera de la Audiencia. El gijonés ingresó en la cárcel de Asturias en agosto de 2017. Ha cumplido por lo tanto la mitad de la condena. El próximo lunes disfrutará de su primer permiso carcelario durante cuatro días. Tendrá que llevar una pulsera antimaltrato para garantizar que no se acerca a su exmujer. Aún así, el miedo es libre y la mujer no las tiene todas consigo. "Temo por mi vida y por la de mis hijos, esto no ha acabado", aseguró a LA NUEVA ESPAÑA hace tres años, cuando la Audiencia había dictado sentencia.

Los recursos presentados por el hombre ante el Supremo y el Constitucional fueron rechazados y tuvo que ingresar finalmente en prisión. En el juicio había asegurado, no sin cierta sorna, como quedó establecido en la sentencia, que solo había pretendido asustar a su exmujer, y que si hubiese querido matarla, le juzgarían por un delito muy distinto que por el que fue juzgado.

La mujer relató a LA NUEVA ESPAÑA cómo el hombre la había sometido a insultos y amenazas en los últimos tiempos de la relación. También cómo se refería a ella como "sudaca de mierda" -se trata de una mujer nacida en Colombia, aunque lleva muchos años en España- y cómo se metía con un hijo de la víctima, fruto de una relación anterior. Terminaron divorciándose en 2013. Tras una tregua, el hombre reanudó los insultos y amenazas, hasta que la apuñaló en agosto de 2014. A ella le salvó que llevase una faja por una reciente operación.

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