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"La granja de Siero tiene 'cerdos felices', no hay maltrato", subraya la empresa

La Casería de Tierra Astur afirma que opera en el monte Cabriles "en la más absoluta legalidad" y rechaza todas las acusaciones de los vecinos

Cerdos en Cabriles. A. I.

La explotación ganadera de cerdos en libertad del monte de Cabriles, en Siero, cuenta "con todos los permisos necesarios expedidos por todos los organismos competentes en la materia", y opera "en la más absoluta legalidad desde que se constituyó la empresa", aseguró ayer La Casería de Tierra Astur, sociedad que impulsa el proyecto, conocido como "Gochu de Monte". Salía así al paso de las denuncias de vecinos de la zona por presuntos delitos contra el medio ambiente y de maltrato animal.

"En ningún momento los animales padecen ningún tipo de maltrato; al contrario, los cerdos nacen y crecen en libertad en una explotación de 50 hectáreas y son tratados desde su nacimiento hasta su sacrificio con el mayor cuidado y siguiendo las pautas de bienestar animal, dando como lugar una explotación de 'cerdos felices'", resaltó la empresa, que subrayó que la explotación" cumple la normativa autonómica de bienestar animal, y es fiscalizada periódicamente por los servicios veterinarios del Principado. Además, cuenta con personal titulado y "con la preceptiva figura de veterinario responsable de la explotación".

Según la empresa, los cerdos siguen una alimentación a base de pienso con escanda y castaña, castaña (en montanera), fruta y verdura fresca y pan. "Nunca restos de ninguna actividad hostelera como ya se ha acreditado a los organismos competentes, a resultas de denuncias previas interpuestas por los mismos vecinos", señaló.

La Casería de Tierra Astur asegura que aplica una política "muy estricta" de la gestión de residuos y "en ningún caso arroja plásticos u otros desechos al medio natural". De hecho ha trasladado al Ayuntamiento de Siero la necesidad de limpiar zonas próximas a la explotación, por la presencia de "residuos plásticos u otros arrojados por terceros ajenos a la actividad ganadera". Todos los animales cumplen el protocolo de vacunación del Principado "de manera estricta", añade.

La empresa niega tajantemente que haga pasar los animales que cría en Cabriles por cerdo asturcelta, pues comercializa y lotea todos los animales producidos en la explotación con la denominación de "Gochu de Monte", y cuenta con animales de raza asturcelta y de raza Duroc, cuya procedencia afirma que puede acreditar.

Otra aclaración: "En ningún momento el proyecto del 'Gochu de Monte asturiano ha excedido los máximos de explotación permitidos y no se ha acercado ni de lejos a los 800 ejemplares de cerdo", que señalaron los denunciantes. "En la actualidad viven allí 150 animales, cantidad muy inferior a la carga máxima ganadera autorizada por las autoridades, aproximadamente un cuarto". El proyecto "de ningún modo" ha supuesto la destrucción de un monte de castaños; al contrario, La Casería de Tierra Astur afirma que ha replantado árboles de variedades autóctonas en 30 de las 50 hectáreas que ocupa en 2013, 2015 y 2017. Y que esta actuación ha sido valorada positivamente por los servicios técnicos de Siero, que resaltaron que aporta "importantes mejorar a la masa arbórea existente y amplía el número de pies de castaño en una superficie que estaba ocupada por matorral". Además se ha construido un depósito de agua para la lucha contra los incendios y pistas cortafuegos, que suponen "un gran beneficio para el territorio".

Los titulares reconocen que la superficie de la explotación sufre "algo más en algunas zonas por la propia presencia de los animales", aspecto que no les satisface, por lo que han solicitado autorización para instalar otros elementos móviles de mayor capacidad "para albergar los animales y los productos de alimentación, que supongan una menor circulación por el monte". Este proyecto, en tramitación, también ha sido aprobado por el Ayuntamiento de Siero y cuenta "con el visto bueno de todos los organismos oficiales consultados".

Contra lo que denuncian los vecinos, "la explotación no se encuentra sobre captaciones de agua potable", que ha superad el informe de impacto medioambiental. El cierre de la explotación y su distancia con la carretera, también cuestionados por los denunciantes, fueron aprobados por el Principado y el Ayuntamiento en 2017.

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