Poca agua, bastantes pescadores y escasa suerte para echar a tierra el primer salmón del año. El río Esva vivió ayer sin campanu una "muy esperada" jornada de pesca, pese a que los ribereños pudieron ver varios ejemplares en los cotos.
La apertura oficial de la temporada congregó a un buen número pescadores de la zona y foráneos, pero no a todos los habituales, por ser día laboral. "Esperamos este momento con ilusión y sabemos que muchos no pudieron disfrutarlo por no ser fin de semana", explicó el presidente del club de pescadores La Socala de Valdés, Emilio Fernández.
Para algunos, había poca agua para pescar. Benigno Menéndez abandonó el tramo libre de Bahínas sobre las once de la mañana sin capturas que mostrar "porque no tenemos casi agua". Alberto Rodríguez era de la misma opinión: "Es posible pescar y muchos han completado el cupo de truchas, pero el cauce está bajo para una buena jornada", concretó.
En el coto de Piedra Blanca, la afluencia de pescadores fue masiva a primera hora de la mañana. Todos intentaban capturar el primer salmón. Aunque la pericia de muchos está contrastada, los ribereños no tuvieron suerte durante la jornada pesquera en su intento de echar a tierra el campanu del Esva. "No fue posible", lamentó el presidente de La Socala, quien aseguró que esta falta de acierto no está relacionada con la ausencia de ejemplares en el río. "Todos o casi todos hemos visto salmones, pero hoy (por ayer) no se pudieron pescar, sin más", destacó. Indicó, en cambio, que sí fue una buena jornada para la trucha. Otros ribereños no pararon de preguntarse por qué el Esva se quedó sin campanu pese a que la pandemia del coronavirus retrasó el inicio de la temporada.
Los aficionados sí pudieron acceder sin dificultad tanto a los cotos como a los tramos libres. Se esperaba que hubiera más maleza, "pero parece que las crecidas de finales de año despejaron las márgenes y ahora no hay problemas para llegar a los pozos".
