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Adriana Lastra, en el epicentro del seísmo

La vicesecretaria general firmó el polémico pacto con Bildu, pero sus próximos recalcan que siempre actúa con el beneplácito de Moncloa

Adriana Lastra conversa ayer en el Congreso con Pablo Echenique y Enrique Santiago (UP) y la portavoz de EH-Bildu, Mertxe Aizpurua, en la primera reunión de la comisión para la Reconstrucción. Efe

La asturiana Adriana Lastra está de lleno en el epicentro del terremoto que ha sacudido al PSOE, con un aliado tan incómodo como Bildu. Todas las miradas apuntan a la portavoz del Grupo Parlamentario Socialista porque el pacto con la izquierda radical vasca, cuestionado públicamente ayer por la vicepresidenta Nadia Calviño y el ministro José Luis Ábalos, lleva su firma. En algunos círculos, citando fuentes de Moncloa, incluso se insinuó que Lastra había obrado sin respaldo de Pedro Sánchez, pero quienes la conocen bien saben que eso es imposible. "Si Adriana Lastra da un paso así es porque ha sido consultado y cuenta con el conocimiento y aval de Moncloa", sostienen.

En medios socialistas se asegura que la decisión de firmar ese documento buscaba garantizar la abstención de Bildu en las horas antes de que Ciudadanos diese el respaldo al estado de alarma, como garantía de que la prórroga saliese adelante con una diferencia clara entre votos favorables y contrarios. El problema estuvo en la alusión explícita a una derogación "íntegra" de la reforma laboral que impulsó el PP en 2012. El PSOE aseguró que Adriana Lastra había dejado el remate de la negociación en manos de su equipo, momento en el que se incluyó el término.

Si un pacto con los abertzales ya tenía garantizada la polémica, la discrepancia sobre el alcance de la derogación enrareció el ambiente puertas adentro de las filas socialistas, que en la medianoche del miércoles sacaron un comunicado para aclarar que la derogación de la reforma laboral

"No actuamos con ocultación, al revés. Es un acuerdo que ratifica la agenda de investidura", sostenía ayer la portavoz del PSOE. Lastra negó que las aclaraciones nocturnas de su partido fueran una rectificación del acuerdo suscrito con Bildu, si no que pretendía aclarar la "polémica por un adjetivo que metíamos". Acto seguido la diputada asturiana sostuvo que el acuerdo no entrañaba la derogación íntegra de la reforma laboral, sino de sus aspectos más lesivos, una definición empleada también por Ábalos. Lastra añadió que "no se puede dejar en blanco el BOE en materia laboral" y eliminar "de un plumazo la regulación de la Formación Profesional, el teletrabajo o los permisos retribuidos para hacer exámenes", unos supuestos de los que se había hablado en la negociación.

La portavoz parlamentaria dio por hecho que la derogación pactada con Bildu, "evidentemente", no se materializará durante el estado de alarma y subrayó que cada paso del Gobierno en materia laboral será "hablado, negociado y pactado" con sindicatos y empresarios.

Adriana Lastra es una de las políticas de mayor confianza de Pedro Sánchez. La labor del Grupo Parlamentario Socialista ha sido puesta en tela de juicio ahora por patronal, sindicatos y partidos de la oposición pero también por "pesos pesados" socialistas del Gobierno. Pero los próximos a la asturiana recalcan que la clave está más en el enfado de Nadia Calviño por quedar fuera de la operación que en creer que Lastra operase sin paraguas.

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