Son médicos de los servicios de Urgencias de los hospitales y de las uvis móviles. Se sienten muy reconocidos y valorados por los usuarios. Sin embargo, les falta algo que consideran clave: formar parte de una especialidad médica concreta cuyos integrantes reciban en toda España una formación MIR homogénea y adaptada a la tarea que desempeñan.
Hoy, miércoles, se celebra el Día Internacional de la Medicina. Después de tres décadas de lucha por una identidad propia, los facultativos de estas áreas de todo el país -en torno a 250 en toda Asturias- rozan con los dedos ser conocidos como lo que se sienten: urgenciólogos, médicos capaces de dar respuestas eficaces en situaciones muy complejas y en las que el factor tiempo significa vida, muerte o secuelas graves.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, acaba de anunciar que su departamento tiene previsto aprobar en el último trimestre de este año un real decreto que reconocerá dos especialidades médicas nuevas: Urgencias y Enfermedades Infecciosas. De ambas puede decirse que han tenido un notable protagonismo en la dura batalla contra la pandemia de covid-19.
"Somos expertos en manejar situaciones de urgencia y emergencia: realizamos una actividad totalmente diferente de la de otros ámbitos", subraya José Manuel Piedra, presidente en Asturias de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES), fundada en 1987. Una ventaja esencial del reconocimiento como especialidad radica en que "garantiza que la formación de todos los especialistas sea homogénea", dice el doctor Piedra.
Los profesionales actuales de estas áreas "hemos tenido que buscarnos nuestra propia formación", indica el presidente autonómico de SEMES y médico del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). ¿Qué sucede ahora? Al no existir una especialidad de Urgencias, los servicios hospitalarios y las uvis móviles se nutren de médicos de cualquier especialidad que se incorporan y van adquiriendo por su cuenta la capacitación que precisan para desempeñar bien su trabajo. En su mayoría, son médicos de familia, pero también hay especialistas en medicina interna o en otras disciplinas muy variadas.
Dicho de otra manera: los actuales médicos de urgencias y emergencias no se han formado como tales durante cuatro o cinco años y después han comenzado a ejercer; sino que han empezado por trabajar y luego han ido adquiriendo conocimientos. ¿Qué es lo que piden ahora? Un programa de formación MIR que se prolongue durante cinco años y garantice la formación imprescindible.
El Sespa apoya la demanda
El Sespa apoya la demanda"No es una reivindicación laboral, sino formativa y de reconocimiento de nuestro trabajo", señala José Antonio García Fernández, vicepresidente de SEMES Asturias y también médico del HUCA. A su juicio, lo decisivo es "mejorar la calidad de la asistencia a los pacientes", de manera que "todo el que atienda a un enfermo en urgencias sea un médico de urgencias, y no un cirujano que no tiene trabajo en otro sitio o un reumatólogo que quiere sacarse un dinero haciendo unas guardias".
Según el ministro Illa, los trabajos del comité institucional del Sistema Nacional de Salud para el reconocimiento de las especialidades citadas se están haciendo "de común acuerdo" con las autonomías y atendiendo a las "recomendaciones" de sociedades científicas, asociaciones profesionales y otras entidades. Llevan interrumpidos desde el 4 de marzo por la pandemia.
La gerente del Servicio de Salud del Principado (Sespa), Concepción Saavedra, explicó ayer a este periódico que el Gobierno de Asturias "valora muy positivamente el papel de los servicios de Urgencias y de sus profesionales en la organización y coordinación de la actividad asistencial, y seguirá trabajando en línea con el Ministerio de Sanidad en relación a esta cuestión".
"Nuestra especialidad es bien reconocida por los usuarios. Tiene una característica que todo el mundo valora: estamos abiertos las 24 horas de los 365 días del año. Somos el lugar al que la gente viene a buscar soluciones a problemas de salud importantes", argumenta Pablo Herrero, secretario científico de SEMES Asturias y también médico del HUCA. El doctor Herrero apostilla que la especialidad de Urgencias "existe en toda Europa, excepto en España, Portugal, Chipre y Austria".
El reconocimiento de la especialidad de urgencias tiene partidarios y detractores. Entre estos últimos figuran las sociedades científicas de medicina de familia y medicina interna, que consideran que la medida es contraproducente. En los próximos meses se verá si treinta años de lucha cristalizan o los médicos que se consideran urgenciólogos han de seguir pedaleando.
