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Un sanitario que cuidó a un anciano en su salida del hospital, en el origen del mayor rebrote en las residencias

Salud reconoce que hallar al "paciente cero" del foco es "casi imposible" y que no tendrá consecuencias: "Nadie tiene la culpa de infectarse"

Un sanitario que cuidó a un anciano en su salida del hospital, en el origen del mayor rebrote en las residencias

El origen del rebrote por coronavirus registrado este sábado en la residencia del Instituto Gerontológico Astur -antigua El Carmen-, en Gijón, podría haberse originado durante un traslado hospitalario en el que participó un sanitario infectado. Así lo creen varios responsables del servicio de Salud de la región que, aunque aclaran que "será muy difícil encontrar al paciente cero", sí estiman que la cronología de un par de traslados entre un centro hospitalario de la red concertada de Gijón y la residencia afectada "coincide bastante" con esta versión, que se presenta ahora como la más factible. "Esto vuelve a demostrar que los ojos están más puestos en el personal que en los residentes. Lo que se cree de momento es que algún sanitario del hospital era asintomático y, durante el traslado, hizo que el virus entrase en la residencia y afectase a 19 personas. No hay más misterio. La suerte es que se actuó rápido", aclaran las mismas fuentes.

Durante la pandemia por coronavirus, las residencias asturianas se blindaron. Y una de las restricciones fue prohibir la llegada de nuevos ancianos a los centros. Esta medida, no obstante, tenía -y tiene- varias excepciones recogidas en el protocolo de actuación. Si un usuario de edad avanzada que conviva solo o con su pareja ingresa en un centro hospitalario y en el momento de su alta su empeoramiento impide que se pueda valer por sí mismo (y que su esposa o marido, por su edad, no pueda cuidar de él), por ejemplo, sí tiene autorización para entrar en un geriátrico. Lo mismo sucede en los casos denominados como "de emergencia social", que es cuando el afectado carece de una red familiar que pueda hacerse cargo de él. Y, como es lógico, cualquier residente que tenga que ser ingresado por cualquier problema puede también volver a su geriátrico habitual. "Eso es lo que se hizo aquí, no puedo dar la cifra exacta, pero sí sé que fueron pocos y que todos los mayores que nos llegaron durante la pandemia lo hicieron con su PCR negativa. Es protocolo: si das positivo tienes que esperar", aclaran desde la gerencia de la residencia afectada, que añaden: "Sí, hubo algún residente que entró tras ingresar primero en el Hospital Cruz Roja, pero también tuvimos otro que llegó por una autorización judicial que confirmaba que no podía quedarse en su casa. En esos casos ya no es solo que tengamos que aceptar, sino que sería inhumano no hacerlo".

Otros expertos con cargos de responsabilidad en el servicio de Salud inciden en que, actualmente, saber dónde se originan nuevos focos ayuda a completar el listado de posibles contactos estrechos, pero no supone medidas a mayores. "Sí intuímos que el virus pudo venir de un hospital, pero ni se puede saber a ciencia cierta ni supondrá ningún tipo de decisión concreta. No se puede señalar con el dedo a nadie y nadie, obviamente, es culpable de haberse infectado", razonan. Adelantan que, en un futuro cercano, averiguar el origen del virus sí será importante: "Será la única manera de atajar nuevos brotes y tendremos recursos para ello, pero a día de hoy el virus, aunque en menor grado, sigue circulando. No es posible tener una prueba clara sobre qué pasó en Gijón".

"Es mi casa; le doy un 9,5", dice una usuaria de la residencia afectada

"Puestos a calificar, sobre un 10 yo le doy un 9.5". Lo dice Nieves García, una de las residentes del geriátrico gijonés, que ve con tristeza cómo estos días surgen dudas sobre "su casa". A su juicio, en su residencia de Gijón "si se peca por limpieza, es por exceso", y los usuarios se llevan allí muebles de sus casas, de ahí que la apariencia de algunas habitaciones sea "anticuada". "Así no me siento en un hospital, sino en mi salita", asegura. También familiares salieron en defensa del geriátrico y no acaban de sentirse cómodos con el personal enviado por Salud. La respuesta surge después de que algunos sanitarios criticasen estos días en redes la gestión del centro.

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