La Guardia Civil se ha incautado de 304 kg de merluza que se pretendía vender, sin la preceptiva documentación, en el mercado gallego. Detrás de esa infracción está la práctica de no identificar la merluza como tal, poniéndola en circulación con el nombre de otra especie y evitar así consumir la cuota asignada por embarcacion y armador durante la época de negocio con esta especie, un tipo de infracciones que se persigue cada año en la región. El pescado, que había salido del puerto de Lastres, fue precintado y depositado en la Rula de Avilés para su posterior entrega al Banco de Alimentos de Asturias.

Según se pudo determinar por los agentes, el pescado procedía del Puerto de Lastres y su destino final era el Puerto de Vigo (Pontevedra) para ser vendido allí.

La intervención se realizó en servicio conjunto entre Inspectores de Pesca del Principado de Asturias y la Comandancia de la Comandancia de Gijón. Según el relato de la autoridad, a finales de la semana pasada la Guardia Civil tenía conocimiento de la existencia de un pescador que solía transportar merluza desde el puerto de Lastres al de Avilés, donde trasvasaba el mismo a otros camiones para transportarlo a Galicia. Todo ello sin la documentación que acredite su trazabilidad.

Ello obligó a establecer un servicio conjunto entre efectivos de la Guardia Civil de la Comandancia de Gijón e Inspectores de Pesca dependientes de la Dirección General de Pesca Marítima del Principado de Asturias para poder sorprender al sospechoso con la citada mercancía.

En la tarde del lunes, día 15 de junio, se observó un camión coincidente con el sospechoso circulando por la A-8 en dirección a Avilés, procediendo a su inspección en las inmediaciones de la Rula avilesina. Tras la identificación del conductor del vehículo se comprobó que efectivamente, no coincidía lo especificado en la documentación aportada por el transportista con el pescado que realmente se transportaba. Según la guía, debía llevar 25 kilos de congrio, 7 de bacaladilla, 150 de bertorella y 120 de merluza, coincidiendo únicamente el congrio y la bacaladilla. Los 150 kg de bertorella no era tal, sino merluza, y el pesaje de merluza real no eran 120 kilos sino 424 kilos.