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La ganadería láctea, más fuerte y resiliente ante la crisis

Asturias, cuyas ventas crecieron durante el confinamiento, se mantiene entre las regiones que pagan los precios medios más altos

La ganadería láctea, más fuerte y resiliente ante la crisis

La ganadería de leche asturiana, a la que se dedican 1.600 granjeros, es un claro ejemplo de resiliencia en los meses de la crisis ocasionada por la pandemia del covid-19. El sector, que supone más del 70 por ciento de la producción agraria en la región, aportó en abril el 7,7% de la leche procesada en España, con un aumento en las entregas del 2,6 por ciento respecto al mismo mes del año anterior.

Así lo indican los datos de la Sociedad Asturiana de Estudios Económicos y Sociales (Sadei), sobre declaraciones obligatorias del sector vacuno de leche en el mes de abril. Las ventas de leche asturiana a la industria en abril ascendieron a 48.959 toneladas. El aumento se produjo en un momento de alto consumo, motivado por el confinamiento, que hizo que muchas personas hiciesen acopio de mercancía.

Con el paso de las semanas el nivel de ventas se ha ido normalizando en los supermercados, tal como señalan fuentes de Central Lechera. Aunque con el obstáculo añadido del parón de los suministros a la hostelería, las empresas regionales confían en compensar los datos del año, que dependerán también, en buena medida, del comportamiento del consumo en el verano y de la marcha del turismo.

Otra buena noticia para los ganaderos es el alza de los precios en origen en España, un 1,84% más altos en abril, hasta situarse en los 33 céntimos de euro por litro. Una vez más Asturias supera ampliamente esa media y llega a los 35,1 céntimos, lo que sitúa al Principado en los niveles más altos de España, solo superado en la Península por el País Vasco, y, con 44 céntimos por litro, por Canarias en el territorio insular, donde la producción láctea se hace de forma intensiva, con otros condicionantes. Los datos del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) detallan que Baleares fue la comunidad con el precio en origen más bajo (31 céntimos de media).

En el cuarto mes del año se contabilizaron 12.581 ganaderos, que realizaron entregas de leche de vaca a 272 compradores, con Galicia como la comunidad con el mayor número de ganaderos (7.012), seguida por Asturias (1.601) y Cantabria (1.091). España produjo en abril un total de 639,7 millones de kilos, siendo Galicia la mayor productora, con 246 millones de kilos. El informe FEGA presenta también los datos acumulados de cierre del año 2019, cuando las entregas nacionales alcanzaron un total de 7,231 millones de toneladas, un 1,55% por encima de las de 2018 y a un precio medio anual que se colocó en los 32 céntimos por litro, ligeramente superior al de la campaña anterior.

Este año empezó con 808 ganaderos menos de los que había en enero de 2019, hasta colocarse la cifra en 12.745. Desde enero de 2015, cuando había 17.090 ganaderos con entregas de leche de vaca, se ha perdido el 25% de efectivos en el sector.

Esta salida de ganaderos se debe a las pérdidas que el vacuno de leche viene acumulando en los últimos años como consecuencia de un nivel de precios por debajo de los costes de producción, que se pueden estimar en unos 37 céntimos por litro, considerando únicamente los ingresos por venta de leche. En Asturias los costes se elevan especialmente por las condiciones orográficas, que ya suponen un alto precio por el transporte de la materia prima.

En las últimas décadas el sector lácteo asturiano y español ha vivido una dura reconversión que ha tenido un alto coste en cierres de explotaciones. La subsistencia de la ganadería de vacuno de leche se mantiene gracias a los esfuerzos de los propios ganaderos, que han tenido que buscar otras alternativas de ingresos, como los derivados de la venta de terneros para recría.

Lo cierto es que, aunque el número de ganaderías es el más bajo de la historia, la sangría en el sector lácteo asturiano aún no se ha detenido. Un total de 96 ganaderías de la región echaron el cerrojo en 2019 con el agravante de que la mayoría de ellas carece de relevo. La pasada campaña, por primera vez, Asturias bajó el ritmo de producción respecto a años anteriores, en los que se habían mantenido las entregas de leche, a pesar del descenso en el número de explotaciones. Sin embargo, los últimos datos abren una ventana al optimismo y permiten pensar en un repunte, aunque aún lejos de alcanzar el 10% de la producción nacional que llegó a aportar la ganadería regional.

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