Las estaciones de tren de Luarca y Navia, principales en la costa occidental asturiana, dan sensación de abandono. Apenas llegan y suben pasajeros y los espacios que en su día fueron puntos de encuentro y servicio para muchas personas, "hoy son un horror". Lo dice Javier Pérez, vecino de Loza y uno de los fortuitos usuarios de la línea que comunica Ferrol y Oviedo. "Cada vez somos menos porque cada vez se invierte menos en tren público", opina Pérez. Insiste en que existe un encubierto desmantelamiento del servicio "desde 2013, cuando Feve pasó a manos de Renfe".
En la actualidad, hay dos líneas que comunican el Occidente con el centro de Asturias. Ambas son matutinas. La primera sale de Oviedo a las 7.30 horas y llega a Ferrol a las 14.44 horas. La inversa, inicia el trayecto en la villa lucense a las 8.20 horas y llega a la capital de Asturias a las 15.31 horas. El servicio vespertino, con dos líneas, se suspendió por el estado de alarma, "y no sabemos si se recuperará porque ya es sangrante que no tengamos servicio de ida y vuelta en un día", dice.
Efectivamente, en caso que subirse al tren de la mañana en dirección Oviedo ya no es posible volver en el mismo medio de transporte en esa jornada. Los horarios "son imposibles y te encuentras por el camino con el único tren de vuelta". Al final "todo se abandona sin remedio", opina este vecino coañés, quien a esta carencia principal y básica de falta de frecuencias suma el mal estado del tren en sí y de las vías. "Vas viendo cómo los artos rozan con el vagón", dice irónico. Y no es la única anécdota. Desde el vehículo es posible ver el mal estado de las traviesas, con humedades y desperfectos. La velocidad también informa del trazado, con muchas curvas peligrosas: "En algunas zonas vamos a treinta por hora".
Antaño, el servicio de tren a su paso por el Occidente era de especial importancia para los pueblos. Muchos tenían apeadero. Ahora hay paradas sin servicio. Para José Martínez, otro usuario del tren, esta época, en pleno verano, sería buena para el tren "si realmente se apostara por él". "Hay más gente de que la se cree amante de este servicio, pero si no hay frecuencias, poco se puede hacer", dice. En su caso, siempre que puede utiliza la ferrocarril. Martínez es más optimista y señala la compra, por parte de Renfe, de nuevos trenes. "No sé cuándo llegarán, pero confío en este apuesta", señala, si bien critica el mal estado de la vía, que hace que se necesiten cuatro horas para llegar de Vegadeo a Oviedo.
El portavoz de la asociación para el fomento del ferrocarril convencional y vecino de Valdés, Carlos Fernández, destaca que en el occidente de Asturias "cada vez se invierte menos". Prueba de ello es la supresión de los dos servicios de media distancia de la tarde. "Puedes ir, pero no puedes venir en el día", critica en sintonía con otros usuarios.
Fernández señala que además que los trenes son "muy antiguos" e indica que entre Vegadeo y Soto de Luiña la vía está "en muy mal estado". "Necesitamos una reforma integral para evitar tanta limitación de velocidad por las curvas", apunta. Además, señala que toda las traviesas del Occidente son de madera, excepto los tramos comprendidos entre La Caridad y Medal y Navia y Villapedre. En resumen: "Se deja caer todo por no invertir en un servicio público".
La plataforma señala un reto: que los trenes funcionen y que se recuperan los servicios operativos antes de la pandemia del coronavirus, es decir, las líneas vespertinas. La plataforma también reclama oficialmente horarios "aceptables".
El debate está sobre la mesa. Esta misma semana, miembros de la ejecutiva del sindicato UGT del sector ferroviario de Asturias se reunieron con los alcaldes de Navia y Valdés. Ignacio García Palacios y Óscar Pérez, respectivamente, para pedir la recuperación del servicio de la tarde. Ambos regidores, del PSOE, apoyan la propuesta. Para el primero, "este servicio tiene todas las ventajas al ser el más ecológico y necesita una inversión para renovarse e implementar horarios que favorezcan a los usuarios y al transporte de mercancías", Para el segundo, "el ferrocarril nos permite vertebrar el territorio", razón por la que se deberían potenciar las líneas.
