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Ignacio Blanco (Vox).

IGNACIO BLANCO | PORTAVOZ DE VOX

"Cualquier alcalde habría tenido el mismo resultado que Barbón con el covid"

"Ha habido sumisión a las instrucciones de Madrid y política del 'tira que libras'"

-Valore este año.

-Sumisión y política del tira que libras. En relación a la sumisión, es evidente el sometimiento de los intereses de los asturianos a las instrucciones que se reciben de Madrid. No se ha sido beligerante con el Estatuto de Electrointensivas, diseñado para favorecer a la industria vasca y catalana, en detrimento de la asturiana. Ni una sola crítica a la transición ecológica injusta y precipitada. No han conseguido proyectos para el cierre de las térmicas. Barbón apostó por el proyecto Parter para Alcoa, sólo porque era la apuesta del Ministerio de Industria, incluso sabiendo que la opción de Quantum era mejor. El Presidente Barbón hace más funciones de gobernador civil franquista que presidente autonómico: absoluta obediencia al PSOE nacional. En relación a la política del tira que libras, no hay una sola medida relevante en ninguna materia por parte del PSOE, salvo haber aprobado unos presupuestos que hasta el Presidente Barbón sabe que son insostenibles, como ha declarado en varias ocasiones. Lo único positivo ha sido el anuncio de reforma de la administración, que ya veremos en qué queda.

-Diga logros y fracasos.

-Logros concretos no conozco ninguno, porque si de lo único que presume el Presidente es la gestión de la crisis del coronavirus, no conozco ninguna medida distinta a las que se han propuesto desde Madrid. Cuando escucho al Presidente presumir de gestión durante la crisis no doy crédito, porque en aquellas áreas que tiene control absoluto, como son las residencias públicas de personas mayores y la protección de su personal sanitario, ha fracasado. Tasas altísimas de fallecidos en residencias y una de las mayores tasas de contagio en sanitarios del país. La falta de comunicaciones, el aislamiento y la dispersión de la población han sido nuestras mejores defensas, y cuando un error se convierte en acierto, no es fruto de la gestión, sino de la fortuna. Y otro gran problema que ha introducido en el debate público ha sido el asunto del bable. Algo que no era en absoluto conflictivo, va camino de acabar imponiéndose contra la voluntad de la mayoría de asturianos.

-Barbón prometió aunar consenso en los problemas de Asturias.

-Con el resto creo que sí, porque a Vox se le excluye de muchos acuerdos generales de la Junta, como la conformación de las mesas de las comisiones y otras decisiones de las que se nos ha excluido, no sólo por el Presidente, sino por parte de todos los partidos, algo que me sorprende sobre todo del PP, que parece más cómodo con el PSOE que con nosotros. El Presidente parece querer contar con la oposición solo cuando piensa que no va a salirle bien algo. Nos llama para la propuesta de financiación autonómica porque él no quería plantear una propuesta en solitario que chocaría con su partido en Madrid, sabe además que no se la van a aprobar pues los intereses de los independentistas están por delante de los asturianos, de forma que nos llama, monta una propuesta conjunta que sabe que también se rechazará, pero nos culpará a los demás. En todo caso, sí que veo que el Presidente ha suavizado sus formas con respecto a Vox, ya no nos insulta, y creo sinceramente que trata de buscar acercamientos con todos.

-¿Cómo valora la gestión de la pandemia?

-Nuestro aislamiento y dispersión han sido nuestra salvación. Cualquier alcalde de Asturias que hubiera gestionado la crisis hubiera tenido los mismos resultados, Barbón solo siguió a rajatabla las instrucciones del gobierno del país, que ha sido el peor gestor en el mundo. A Barbón le ha acompañado la suerte. España ha tenido al peor gestor de la crisis del mundo con mucha diferencia, y aún hoy no sabemos aún los fallecidos que parece podrían ser el doble.

-¿Ve bien la reforma de la Administración?

-Es absolutamente necesaria una reforma que introduzca algún criterio de gestión de la empresa privada. Tenemos que conseguir una administración más flexible, más eficaz, menos costosa. Los asturianos se merecen una administración del futuro y los empleados públicos también. Hoy creo que los ciudadanos no están orgullosos de su administración, a la que ven muchas veces como un estorbo, y a muchos empleados públicos les cuesta reconocer dónde trabajan.

-¿Cuáles son los retos?

-El mayor reto es la reforma de la administración, de toda ella. Y el segundo aparcar el sectarismo que impide al PSOE votar propuestas de Vox favorables para los asturianos solo porque las proponemos nosotros. La unidad política que persigue Barbón se consigue con hechos, no con palabras, ni con pactos de Fruela, que cada vez se parece más a un unicornio, algunos dicen que existen, pero nadie los ha visto. En su discurso de investidura, Barbón aseguró que iba a ser la legislatura de la renovación. Y no hemos visto una sola medida en esa línea. La Asturias de la era Barbón es la misma, o peor aún, que la de la era de Javier Fernández o de sus antecesores socialistas. Es la Asturias de la falta de oportunidades, del desempleo, la Asturias del infierno fiscal, de falta de apoyos y medidas la activación económica, la Asturias de los chiringuitos socialistas, la Asturias con las tasas más elevadas de suicidios, la Asturias del éxodo juvenil...

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