La obligatoriedad de llevar la mascarilla puesta cuando se va al bar, cafetería o restaurante se ha convertido en tema de conversación y debate sobre cuándo hay que tenerla puesta o no, y cuándo se puede quitar. La interpretación de la norma da lugar a discrepancias, incluso entre las fuerzas de seguridad, que en algunas localidades multan si no se está embozado, aunque se esté sentado en la terraza consumiendo, mientras que en otras se es más permisivo. Ante la duda, los hosteleros han pedido al Principado que lo clarifique. El uso de la mascarilla es obligatorio en la vía pública y en todos los locales cerrados, con independencia de que se pueda mantener la distancia de seguridad interpersonal de 1,5 metros.
Cuando se llega a una terraza, o al interior de un establecimiento de hostelería o restauración, se debe esperar a que el personal asigne una mesa, que deberá desinfectar. No se debe cambiar de mesa, ya que obligaría a desinfectar ambas.
La mascarilla se debe mantener puesta hasta tener delante la bebida y/o la comida. La normativa dice concretamente "siempre que la actividad que realicemos no sea incompatible con su uso. Es decir, mientras se come, se bebe o se fuma", para volver a colocarla a continuación.
Sin embargo, hay zonas en las que se es más permisivo si se mantienen las distancias de seguridad y no se deambula por la terraza ni el local. Si se abandona la mesa en algún momento, es obligatorio llevar la mascarilla. Da igual que sea para saludar a un conocido que para ir al servicio. Y por supuesto, hay que ponérsela antes de levantarse para abandonar la terraza o el local.
Estas medidas sólo afectan a los negocios que se encuentren en zonas urbanas, pero no en las rurales, donde sólo se aplican si se produce una aglomeración de personas. Son las fuerzas del orden las que deciden cuándo se está produciendo una circunstancia de esas características.
