Ninguno de los colegios e institutos de Asturias necesitará espacios adicionales para acomodar a los alumnos y cumplir con el protocolo anticovid, según indican ahora fuentes de la Consejería de Educación, en lo que supone otra vuelta de tuerca dentro de los interrogantes que plantea el inicio de curso en el mes de septiembre. Hasta ahora, la Consejería había reconocido problemas de espacio en algunos centros de Oviedo y Gijón, cuyos ayuntamientos buscaban espacios municipales que su pudieran ceder para actividades lectivas. Sin embargo, tras cambios en su protocolo, la Consejería afirma ahora que "ningún centro necesita más espacios porque se arreglan con lo que tienen" para cumplir con el protocolo y las ratios de 20 alumnos por aula hasta 4ª de primaria.
El cambio guarda relación con las disposiciones que figuran en el borrador más reciente del protocolo de organización de la actividad docente para el próximo curso, donde se establece que en caso de no poder mantener la distancia de 1,5 metros en Secundaria, Bachillerato y Formación Profesional será obligatorio el uso de mascarillas en las aulas. Es decir, todo apunta a que en centros de secundaria con problemas de espacio los alumnos deberán llevar la mascarilla en clase todo el rato.
La concejala de Educación de Oviedo, Yolanda Vidal (Cs), asegura que en las últimas semanas los centros de la ciudad han hecho grandes esfuerzos para adaptar todo tipo de espacios, desde aulas que apenas se utilizaban a otras en principio destinadas a otros cometidos. "Todo el mundo se ha puesto manos a la obra para tratar de adaptarse al máximo y garantizar un lugar para todos los alumnos", precisa Vidal. El Ayuntamiento ofreció colaboración a la consejera de Educación, Carmen Suárez, para habilitar espacios ajenos a los centros.
Francisco de Asís Fernández, director del Instituto de La Corredoria, uno de los más saturados de Asturias, señaló ayer que el centro ha enviado diferentes proyectos a la Consejería, para cumplir con la normativa y facilitar la compatibilidad de la vida familiar y docente. "Me consta que nuestras propuestas están siendo valoradas. Es el momento de la negociación sindical del borrador y debemos respetarlo", indicó. "Como equipo vemos que no se puede confundir la gestión y lo técnico con lo político; estamos asistiendo a un ataque focalizado contra la persona de la consejera y no nos parece correcto", afirmó el director. "Los problemas no están resueltos pero pueden resolverse; a problemas extraordinarios, grandes soluciones", precisó.
Los centros de Gijón no ven tan claro que el nuevo curso lectivo esté tan despejado y todavía hay varios colegios que siguen a la espera de las indicaciones de Educación. Por ejemplo, el colegio Jovellanos espera que el Principado les permita usar un espacio nuevo para poder realizar sus clases de Educación Física porque, según explican desde la jefatura de estudios, su pista actual no permite compaginar su uso con los recreos, que tendrán que hacerse por turnos. "Si no nos ceden otra pista, o hacemos los recreos o las clases, pero no se pueden las dos cosas", reconocen. Otro ejemplo es el Noega que, aunque sí cuenta con espacios suficientes para respetar los límites de aforo, está pendiente de una autorización para instalar en algún almacén público parte de su mobiliario y reorganizar sus salas y crear nuevas aulas. En general, el sector educativo gijonés considera que el trámite de estos pequeños cambios está avanzando "demasiado despacio" y que el cambio de indicaciones y de exigencias les hace sentirse todavía "inseguros". "La última noticia que teníamos era que tres colegios de la ciudad tendrían que recurrir a salas externas para sus clases, pero hace ya una semana desde la última reunión y no sabemos gran cosa. El tiempo pasa y queda mucho por aclarar", apuntan.
