Aunque sigue con una carraspera algo molesta, Manuel Vallina, el primer empleado de La Buena Vida que dio positivo por coronavirus, asegura encontrarse bien y no tener "nada claro" cuál fue el origen de su infección. Sí recuerda haber atendido el jueves de la semana pasada a una joven que había quedado con dos ovetenses y dos madrileños que acabaron dando positivo por covid-19 días después, pero tampoco olvida a todos los clientes habituales que se acercaron a saludarle estos días, todas las mesas que limpió y preparó y todos los desconocidos que entablaron conversación con él. "A mí me conoce y saluda muchísima gente", reconoce.
"No sé si lo pillé ese jueves o antes, pero lo que sí creo es que no nos merecemos las críticas que nos están soltando algunos", razona. "También estoy recibiendo muchas muestras de apoyo, pero creo que es importante recordar que nadie tiene la culpa de todo esto, que el único culpable es el virus y que esta pandemia es un problema global", añade. La versión de Vallina sobre lo sucedido coincide al completo con la aportada ya ayer en este diario por la joven mierense que motivó hace días cierta preocupación en un gimnasio de la zona. Ella había quedado con dos conocidos de Oviedo y dos de Madrid, y acabaron tomando algo en el local citado. Fue el jueves día 23 de agosto, aclaran. Al martes siguiente, Vallina estaba regresando de un viaje "exprés" a Madrid -estaba de descanso y había pensado en acudir a un parque acuático, aunque finalmente solo hizo unas compras por la ciudad y regresó- con un amigo que ahora también está en cuarentena, aunque sin síntomas. Los dos madrileños les avisaron ese día de que habían dado positivo y de que todos debían aislarse y pedir las pruebas. Así lo hicieron los cuatro, y todos dieron positivo por covid-19. La mierense afirma encontrarse bien y Vallina solo manifiesta tener tos seca y algo de presión en el pecho. Su entorno más cercano ha dado negativo en las primeras pruebas PCR -en parte porque el gijonés se encargó de aislarse por completo en cuanto se enteró del riesgo; incluso durmió en un trastero para no ver a su madre- y solo espera que el brote no afecte a la "imagen" de La Buena Vida: "Soy el encargado; creo que puedo asegurar que allí las normas siempre se cumplieron. Pero este virus se propaga muy fácil; es lo que hay".
