La carne de ternera asturiana con sello de calidad ya ha demostrado ser "diferente". Tiene unas cualidades propias que la distinguen y le ofrecen muchas oportunidades para tomar posiciones en un mercado globalizado, pero ha llevado hasta cerca del límite su capacidad de venta en Asturias y debe aprovechar aquella fortaleza conquistando mercados nuevos. El diagnóstico forma parte de las conclusiones del encuentro digital organizado por LA NUEVA ESPAÑA que han compartido esta mañana el presidente de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana, Rubén Fernández, y en representación del sector comercializador el responsable de Gestión Ganadera en el departamento cárnico de Alimerka, Sergio Marqués, y el responsable de la sección de Carnicería de Supermercados Masymas, Francisco Vázquez.

"Jugamos en la liga de la carne de calidad, con menos contenido en grasa, un color más rosado y eso es una fortaleza muy grande que el consumidor entiende", avanza Marqués. A su propia fuerza como producto distinto, el vacuno asturiano puede añadir "el gran respaldo de las cadenas de comercialización con las que cuentan los ganaderos asturianos adscritos a la IGP. Hacer carne y ser ganadero es complicado, pero lo realmente difícil es disponer además de una distribución potente del producto, y eso es algo que la ternera asturiana también tiene".

Con todos esos cimientos bien asentados, el reto que queda por delante se formula en la misma convicción a la que va a dar Francisco Vázquez, persuadido igualmente de que "en Asturias va a ser imposible crecer más" y de que "el futuro tiene que estar fuera", en la estrategia de difusión de lo que hay detrás del sello de calidad: las virtudes de la carne rosada y con poca grasa, de la ternura de la ternera asturiana. "Hay diferentes mercados y consumidores, no todo el mundo tiene el hábito de consumir este tipo de carne", pero sí se vislumbra desde aquí un nicho importante que cabe buscar más allá de Madrid, porque "no podemos conformarnos con estar sólo en la capital", resalta Vázquez.

Rubén Fernández acompaña la evaluación en términos generales "positiva" del grado de "unidad" en torno al sello de calidad y de sus resultados de notable incremento de producción y ventas durante la crisis sanitaria con la certeza de que "el potencial de crecimiento está fuera de Asturias. No vamos a decir que somos los mejores, pero sí somos diferentes, y el consumidor cada vez aprecia más lo que tenemos y nuestra forma de trabajar y se sensibiliza cada vez más con el sector primario".

"La diferenciación ya está hecha", subraya Sergio Marqués, "la calidad diferencial está reconocida, ahora la dificultad añadida está en que España es un gran productor de cárnicos de calidad y tiene un mercado relativamente competitivo. Nosotros debemos entrar en ese mercado para crecer, sería un error quedarse con los buenos datos que estamos teniendo en Asturias. Lo hemos hecho muy bien, pero tenemos que empezar a mirar fuera si no queremos quedarnos poco a poco atascados".

El webinar, conducido por la periodista de LA NUEVA ESPAÑA María José Iglesias, quiso explorar caminos en las direcciones que anunciaba su título, "El futuro de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Ternera Asturiana, el papel de la comercialización", y condujo el debate hacia la necesidad de hacer ver al consumidor todo lo mucho que hay detrás de la etiqueta en términos no sólo de la excelencia del producto, también de seguridad, saber hacer y aprecio por la cultura ganadera. "Cada vez se nos identifica más", asume en este punto el presidente del consejo regulador, "pero también nos falta mucho camino por andar". En su visión del proceso, las más de 6.000 familias ganaderas inscritas en el sello de calidad son "los cimientos" de un proceso que necesita al sector industrial y comercializador, son los herederos de "una historia y una cantera de jóvenes con afición por nuestra ganadería y por hacer las cosas bien que se sienten identificados y respaldados por nuestra marca".

Esa historia y ese aprecio por las cosas bien hechas juega también su papel en la respuesta a la pregunta que quiere saber "¿cómo se convence al consumidor?" En la versión de Sergio Marqués, en esa tarea "hay una parte que es responsabilidad del vendedor, en la necesidad de tratar bien el producto o presentarlo bien, y otra vertiente que recae en la IGP y que consiste en asegurar a la gente que detrás de la etiqueta del logo no sólo hay un producto sanitariamente muy controlado, sino que una raza, unos ganaderos y una cadena de distribución que garantizan permanentemente un producto de calidad homogénea y diferente. Así se convence al consumidor", resalta, "dando a entender que ese sello significa muchas cosas".

Y teniendo en cuenta un detalle esencial, que "fuera de Asturias los mercados son más sensibles al precio". Francisco Vázquez asiente a la necesidad de la pedagogía en la mercadotecnia para asociar a la calidad diferenciada la explicación de por qué esta carne tiene un precio diferente, hacer ver que "el ganadero aquí no es como fuera, que esta producción es más artesana, más individual familiar, y que eso lleva unos costes. Hay que explicar por qué esta carne cuesta más, que no es que sea más cara". También prestar atención, mediante presentaciones y recetas innovadoras, a las nuevas maneras de presentación que determinan los hábitos de un cliente que demanda un "producto cada vez más finalizado", porque las tendencias apuntan hacia que hoy "en las casas se cocina muy poco, hay que darlo todo hecho".

El presidente del consejo regulador valora, por lo demás, que "cada vez se vayan subiendo cada vez más ganaderos" al carro de la IGP, y de su círculo virtuoso de "riqueza para Asturias" y el responsable de Gestión Ganadera en Alimerka añade una receta para atraer a más explotaciones al sello de calidad: "Una de las fortalezas con la que se puede atraer a más gente a la IGP es que bajo el sello consolidado de Ternera Asturiana tendrán una cierta garantía de amplísima distribución y comercialización de los animales por canales que en nuestro caso funcionan con contratos y precios establecidos a largo plazo".