Los alumnos de la ESO del IES Jovellanos de Gijón madrugarán menos este curso. Para evitar aglomeraciones en uno de los centros con más matrícula de la ciudad (tiene más de 850 estudiantes), el centro ha diseñado un cambio de horarios que hace que los alumnos de la ESO entren a las nueve de la mañana, mientras que Bachillerato entra a las ocho y cuarto. La salida se establece a las dos de la tarde para Secundaria y a la una y cuarto para el resto, como explicó el director del centro gijonés, Juan Carlos Ayllón.
La entrada escalonada es una de las medidas más extendidas en un inicio de curso que fue en general tranquilo, porque como señalan los equipos directivos, "hemos echado muchas horas de trabajo en esto y está todo milimetrado". En el Jovellanos, por ejemplo, además de separar las entradas por ciclos se han habilitado varias puertas de acceso diferentes para cada nivel y la circulación se ha establecido en pasillos de sentido único para que no se crucen los chavales en los cambios de clase o para salir al recreo. Los descansos también son diferenciados por etapas con distintos horarios en Secundaria y en Bachillerato, con delimitación de tres zonas en el patio para los distintos cursos de la ESO.
El centro, como la mayoría de los de Gijón, se ha visto obligado a habilitar aulas nuevas para cumplir con las ratios de presencialidad en primero y segundo. En su caso con un aula más por curso, mientras que en tercero y cuarto regirá la semipresencialidad en todas las aulas. En Bachillerato, primero también será semipresencial, pero se ha ligado que el segundo curso, con 140 estudiantes, sea completamente presencial. Al final, "el 50 por ciento de los alumnos será presencial", calcula Juan Carlos Ayllón. De los 102 profesores del Jovellanos, "el 98 por ciento estamos aquí", señaló.
En el IES Montevil, por su parte, el inicio de curso fue igualmente tranquilo, como señaló el director César Suárez, miembro del Comité de Directores de Secundaria de Asturias. En su caso, Suárez señaló que aún faltan elementos tecnológicos para el seguimiento de las clases online, si bien se han preparado aulas virtuales en las que se colgarán los contenidos para que los alumnos sigan la docencia.
Los chavales, por su parte, afrontan el arranque del curso con una mezcla de concienciación e incertidumbre. "No sabemos cómo irá pero hay que cumplir bien todas las normas, está todo muy claro, las medidas está bien", reflexionaban ayer Laura Antuña y Santiago Bergalles, alumnos de tercero de la ESO en el IES Jovellanos. Y la semipresencialidad "es necesaria, porque de lo que se trata es de evitar que haya nuevos contagios y que podamos sacar el curso de la mejor manera posible", afirmaban Sara Balsa y sus compañeras antes de entrar a clase. "Somos optimistas", afirman.
