Los escasos privilegiados que van a tener acceso a los actos presenciales organizados con motivo de la Semana de los Premios Princesa de Asturias de este año -una edición jibarizada por el coronavirus- estarán "fichados" desde el momento que crucen los controles de acceso. El público, los miembros de la organización e incluso los propios premiados tendrán que llevar un rastreador digital que permitirá controlar brotes en el caso de que se registre algún positivo por covid. El aparato, diseñado por las empresas asturianas Red Táctica y ADN Mobile Solutions, es un sencillo colgante de tamaño reducido que se recogerá a la entrada de cada evento y que deberá portarse mientras dure el acto. "Lo único que tiene que hacer la persona es entregar su carné de identidad al llegar. En ese mismo momento, solo con una PDA, el personal que esté controlando los accesos vinculará el dispositivo con ese DNI y el visitante quedará registrado", señala Almudena Redondo, directora de desarrollo del programa, bautizado como "Cercadti".
A la salida de cada acto se repetirá el mismo proceso, pero al contrario. "No es más que un sistema bluetooth. En solo unos segundos se desvincula el carné de identidad del dispositivo y se queda listo para usarlo con otra persona o en otro evento", añade. El registro de movimientos de cada uno de los asistentes a los Premios Princesa se albergará durante un mes "en una nube" virtual controlada por la empresa del dispositivo. Si en ese tiempo no son requeridos por Sanidad, serán destruidos.
¿Y qué pasa si hay un positivo? En ese caso las autoridades sanitarias podrán acceder con celeridad a la lista de personas que han estado a una distancia cercana al infectado, estrechar el cerco y actuar en consecuencia. Así se agiliza al máximo el rastreo y no se depende de que los posibles infectados alerten a las autoridades. La efectividad del dispositivo quedó demostrada durante la Feria del Motor de Gijón, un evento en el que participaron más de 10.000 personas el pasado agosto. "Lo que hicimos fue introducir un 'infectado virtual' en una jornada en la que pasaron por la feria 2.000 personas. En la franja horaria en la que este enfermo ficticio visitó la feria había 680 personas y solo 240 se cruzaron con él. Además, solo mantuvo contacto por más de 15 minutos con ocho personas. Así que únicamente un 2 por ciento de los asistentes al evento habrían necesitado someterse a una prueba PCR para saber si habían contraído el covid-19, una criba fundamental para agilizar el diagnóstico y atajar los brotes que pudieran surgir", señala Almudena Redondo.
Los creadores de este sistema de rastreo garantizan que la privacidad de cada asistente está asegurada. "El dispositivo no está pensado para geolocalizar a la gente y tener controlados todos sus movimientos. Nos da igual dónde ha estado la persona, lo que necesitamos saber es con cuánta gente estuvo a una distancia inferior a cuatro metros y durante cuánto tiempo", dice Redondo. "La verdad es que ya hemos fabricado unos siete mil dispositivos y estamos preparando más. Ya nos los están pidiendo de otras comunidades", asegura la directora de desarrollo.
El dispositivo de rastreo de creación asturiana también se utilizará durante los actos del "Pueblo ejemplar", que este año se celebrarán en Somao. El dispositivo puede llegar a tener una autonomía de un año y lo ideal, según los padres del proyecto, "sería que todo el mundo pudiese llevar uno para acabar con la pandemia".
