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La burocracia es la principal traba en la lucha por los fondos de la UE, reconoce el Principado

"La Administración debe funcionar como un reloj y no es el caso", admite el director de Asuntos Europeos

La burocracia es la principal traba en la lucha por los fondos de la UE, reconoce el Principado

Asturias afronta una oportunidad histórica: conseguir fondos europeos para remontar de nuevo el vuelo y superar la crisis desatada por la pandemia de coronavirus. Tiene importantes ventajas para lograrlo, porque la Unión Europea (UE), que ha anunciado para España 140.000 millones de euros en ayudas para la reconstrucción, pretende apoyar especialmente a las regiones castigadas por el cambio de modelo energético. Pero necesita meterse ya en harina. Debe reinventarse, "ponerse las pilas". Lo resaltan expertos en asuntos europeos. Unidad de todos los actores sociales, pergeñar un plan para determinar a dónde se quiere ir, elaborar buenos proyectos, acordes con las exigencias europeas, y eliminar trabas administrativas y legales, modificando la Ley de Contratos del Sector Público son objetivos esenciales para no perder el que los empresarios asturianos ya han calificado como "el último tren" que lleva al futuro.

España no ha aprovechado hasta ahora adecuadamente los fondos europeos. De hecho, es el segundo país, tras Luxemburgo, que más ayudas tiene pendientes de ejecutar del período 2014-2020 y el que más dinero ha tenido que devolver en el pasado. Asturias presenta mejores datos, pero está lejos de la media europea. Un ejemplo: mientras que en España el aprovechamiento de los Fondos FEDER 2014-2020 se sitúa en la actualidad en torno al 26 por ciento, en Asturias alcanza el 46 por ciento, aunque si se cuentan los plurirregionales sube hasta el 86 por ciento, aproximadamente. Hay países que ya los han aprovechado todos.

Asturias necesita aprovechar más y mejor los fondos que se avecinan. Primer problema, los límites macroeconómicos. El límite de deuda, el límite de déficit y el techo de gasto, ahora eliminados, condicionaban severamente la posibilidad de gastar las ayudas. Porque Europa adelanta muy poco dinero para las inversiones. Y Asturias, que destina mucho a gastos de personal porque ha apostado fuertemente por la sanidad, tiene escaso margen de maniobra para realizar anticipios. Es un problema generalizado en toda España. ¿Por qué otros países aprovechan mejor los fondos? "Porque no están tan apretados económicamente y tienen más margen a la hora de elaborar sus presupuestos", explica el director general de Asuntos Europeos, Javier Vila, para quien resulta necesario "flexibilizar las condiciones macroeconómicas y que el dinero llegue por adelantado".

Javier Vila añade otra necesidad imperiosa: conseguir fondos y su buen funcionamiento posterior dependen de una "labor global de todos los actores sociales del Estado, y en el caso de Asturias, de la región". Políticos, empresarios, sindicatos, universidad? deben "poner sobre la mesa proyectos viables y que cumplan los criterios que establece Bruselas": transición energética, transición digital y todo ello "al amparo de la competitividad". Vila resalta que aún no hay ventanas abiertas para presentar proyectos, pero tienen que existir ya "ideas" para cuando se de el pistoletazo de salida a las convocatorias. Asturias debe ir "buscando los proyectos que necesita y tenerlos identificados". Es un trabajo de "análisis y potencialidades" el que toca ahora, según Vila.

El anuncio del Gobierno central de que elevará del cero al 2,2 por ciento del PIB la tasa de referencia del déficit orientativo a las comunidades autónomas dará un poco más de margen al Gobierno del Principado. Un margen de unos 526 millones, pero que tendrá que conjugarse con una más que probable caída de los ingresos a causa de la crisis. No obstante, es un primer paso. Habrá más: el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya ha anunciado que eliminará las trabas administrativas y legales que pueden bloquear el reparto y su aplicación. Los entendidos creen que se refiere, precisamente, a la modificación de la Ley de Contratos para buscar un "equilibrio" entre dos necesidades: que la adjudicación de contratos sea "garantista y transparente" y que los procesos se desarrollen con "eficacia y eficiencia".

Pero todo eso aún no es suficiente, pues también hace falta "que la Administración pública funcione como un reloj, y no es el caso". De ahí una medida que los empresarios, los constructores y la mayoría de los expertos, Vila incluido, consideran imprescindible la modificación de la Ley de Contratos del Sector Público, que por su carácter "excesivamente garantista" se ha convertido en un obstáculo enorme que bloquea la ejecución de la mayoría de los proyectos. Un ejemplo con cifras imaginarias, pero quizá no alejadas de la realidad: cuando un departamento de la Administración tiene que comprar bolígrafos, a causa de la Ley de Contratos se ve obligado movilizar a media docena de funcionarios, que deben elaborar informes, solicitar presupuestos? Total, que los bolígrafos pueden acabar costando 150 euros cada uno. "Se malgasta para que no se malgaste", apunta Vila. Hay que repensar la situación.

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