"Asturias fue durante semanas la mejor comunidad autónoma en el control de la pandemia, ahora no lo somos y queremos volver a conseguir ese objetivo", subrayó ayer el presidente del Principado, Adrián Barbón, durante la presentación de las nuevas medidas de lucha contra la pandemia de coronavirus. Y añadió: "Si fuimos capaces de estar 25 días sin contagios, y si otros territorios tenían resultados malos y ahora están mejor que nosotros, significa que podemos volver a conseguirlo".

El jefe del Ejecutivo se alternó en el uso de la palabra con el consejero de Salud y el director general de Salud Pública. Y quiso que la rueda de prensa tuviera contenidos sanitarios, pero también una fuerte impronta política. Barbón reconoció que sus decisiones ya eran conocidas con antelación por el Ministerio de Sanidad. De hecho, el titular de este departamento, Salvador Illa, había hecho alusión a las mismas anteayer, martes. "Considero fundamental la coordinación entre las distintas comunidades autónomas", indicó el presidente autonómico.

El político lavianés quiso tomar como referencia un mensaje de la presidenta de Navarra, la también socialista María Chivite, quien declaró que no va a asumir que enfermen o mueran otras personas para que otras tengan una vida normal. Barbón matizó que su identificación con Chivite se limita al acierto de esta aseveración. Queda al margen del elogio, por consiguiente, el hecho de que le mandataria navarra ostenta el dudoso honor de presidir la autonomía con mayor tasa de infectados de covid de todo el país en el momento actual: el cuádruple de la de Asturias. Con cifras aproximadas o superiores a las que presentaba la Comunidad de Madrid cuando el Ministerio de Sanidad apostó por aplicar el confinamiento de buena parte de su población.

"El gran error que hemos cometido es hablar de nueva normalidad, no hay normalidad mientras no exista vacuna o tratamiento eficaz", aseveró Barbón, tras incidir en que no se han tocado los límites de aforo en espacios culturales dado que ningún brote ha tenido lugar en ese ámbito y que es en la vida privada "donde se están viendo los contagios".

La alusión a los eventos culturales condujo a una pregunta de los periodistas sobre la celebración en Oviedo, mañana, viernes, de la ceremonia de entrega de los premios Princesa de Asturias, anexa a otras citas que se están desarrollando a lo largo de esta semana. Barbón negó de forma tajante que se haya sentido coartado en su acción contra el virus por la presencia de la Familia Real. "Jamás actuaría con esa irresponsabilidad. Se decía que no actuaríamos antes de los premios, y lo hemos hecho. No estábamos dispuestos a esperar a tener 250 casos por cada 100.000 habitantes", destacó. No obstante, el jefe del Ejecutivo desaconsejó participar en aglomeraciones, aunque sean para ver a los monarcas en Asturias.