El gobierno socialista del Principado está decidido a modernizar la administración pública regional, una idea de la que participan activamente los ayuntamientos asturianos. Así quedó de manifiesto ayer en el foro de debate organizado por la Cámara de Comercio de Oviedo y al que asistieron varios alcaldes, la presidenta de la Federación Asturiana de Concejos (FACC), Cecilia Pérez, y el teniente de alcalde de Oviedo, Ignacio Cuesta, quien puso de mano la estrategia que se está empezando a pergeñar en Asturias: "Aplaudo la reforma de la administración pública del Principado, que debe ir de la mano con los ayuntamientos".

La idea fue posteriormente remarcada por el vicepresidente y consejero de Administración Autonómica del Principado, Juan Cofiño, quien fue contundente al anunciar que la reforma de la administración pública "está en la primera línea de la agenda de trabajo de este Gobierno". En su intervención aseguró que la pandemia por el covid-19 "desnudó las debilidades" de la administración, que "no tuvo capacidad para llevar los recursos adecuados con la flexibilidad y rapidez adecuadas".

Cofiño explicó que en la próxima década se jubilará el 50 por ciento de los empleados de la administración regional. Así que es el momento de abordar la modernización y la nueva organización, analizando los puestos de trabajo y las categorías profesionales, entre otros factores.

Cómo hacerlo y las dificultades a las que se va a enfrentar el Gobierno fueron las claves de la conferencia de Mikel Gorriti, doctor en Psicología del Trabajo y de las Organizaciones por la Universidad de Deusto, y responsable de recursos humanos de la dirección de función pública del gobierno vasco. Su intervención arrancó con fuerza: "Nos llevó tres años la evaluación de la parte técnica y siete años la negociación para la nueva organización y puestos de trabajo", que "se redujeron el 81 por ciento, pero nadie se fue a la calle ni perdió poder adquisitivo".

La clave, explicó Gorriti, está en distinguir el trabajo del trabajador, el puesto y la persona. "Hay que organizar los puestos de trabajo, y luego elegir a la persona que lo debe ocupar, y no al revés", señaló. Coincidió con Cofiño en que hay que planificar qué hacer con las vacantes, "porque habrá que crear puestos nuevos, rediseñar otros y algunos desaparecerán". El experto vasco remarcó que "la función pública debe organizarse en función de lo que el ciudadano necesita, y no de lo que tenemos". Y para eso se necesita una administración moderna, ágil, flexible, digitalizada y eficiente.

El presidente en funciones de la Cámara de Comercio de Oviedo, José Manuel Ferreira, denunció que "el exceso burocrático" limita las posibilidades económicas y reclamó a los partidos políticos valentía y unidad para afrontar la modernización de las administraciones "frente a las resistencias al cambio".