Un nivel de ocupación de alrededor del 90%, la UCI con pacientes con coronavirus llena, el personal de Urgencias saliendo en grupo para protestar por su estado y la junta de personal pidiendo la dimisión del gerente. Así se encontraba ayer, mientras en su aparcamiento se levantaba un puesto de triaje a cargo del Ejército, el Hospital de Cabueñes de Gijón.

El complejo sanitario de referencia en la ciudad más poblada de Asturias sigue rozando un colapso que, aunque se intenta frenar ahora con un refuerzo inmediato del personal y con nuevos centros asistenciales que asumirán a parte de sus pacientes, juega ahora con un nuevo obstáculo: la saturación de su UCI para positivos. Sus catorce camas se llenaron ayer a última hora de la mañana y marcaron el punto de inflexión para la junta de personal, que comunicó oficialmente su solicitud a la consejería de Salud pidiendo el cese del gerente local, Manuel Bayona. La falta de sanitarios (y la imposibilidad de demasiados refuerzos por la ausencia de médicos y enfermeras en las bolsas de empleo) y la apertura forzosa de cada vez más "espacios covid" complica que las instalaciones pueda asumir la atención de enfermos relacionadas con otras patologías. Y todo esto, mientras en Asturias se notificaban ayer 323 nuevos contagios, el récord histórico, y mientras se decretaba el cierre de los núcleos urbanos de Gijón, Oviedo y Avilés. La región también sumó al contador siete nuevos fallecidos, todos de entre 81 y 95 años.

Cabueñes, que según la gerencia del Sespa roza el 90% de ocupación, ha pasado de una situación complicada a una "insostenible" -según los empleados- y en cuestión de días, si bien ahora tanto sindicatos como personal creen que "la falta de previsión y organización" fue clave. Al hartazgo de los sanitarios gijoneses le pusieron ayer rostro los adscritos a Urgencias y voz el médico adjunto Carlos González Pérez. Salieron en grupo a las puertas del centro con un mensaje tajante: "La situación es intolerable". "Ante la falta de reacción de los responsables y la imposibilidad de cumplir debidamente con nuestro trabajo, hemos decidido transmitirlo a la opinión pública. Es un momento crítico", aclaró el facultativo. Su gran escollo, añadió, no es tanto la afluencia de enfermos, sino los hasta más de 30 pacientes que quedaron estos días agolpados en su servicio por no haber camas libres en planta.

La de la sanidad gijonesa ha sido una saturación en cadena. En atención primaria llevan alertando ya desde el verano de su saturación. Los centros de salud, primera línea de fuego contra el aluvión de pacientes, siguen con más de medio centenar de enfermos por médico y día en consulta, ya sea en formato presencial o telemático. Esto hace que enviar a personal de estos centros hasta Cabueñes sea ahora imposible. "No puede ser. Primaria no se toca", zanjó ayer el propio Bayona. En el hospital, por su lado, los primeros en intuir los aires de crisis fueron los empleados de Urgencias. Declararon primero, justo después del verano, que empezaban a ver a pacientes que referían no lograr una cita con su médico de cabecera, y venían de una época estival de escasa afluencia de pacientes pero gran carga de trabajo por la ausencia de refuerzos ante vacaciones y bajas.

Después, hace solo unos días, alzó la voz el área de Pediatría, que veía su planta llena de pacientes de edad avanzada e incapacitados para aceptar nuevos ingresos pediátricos que, suponen, tendrá que asumir el HUCA. Después, este miércoles, la delegación hospitalaria de Corriente Sindical de Izquierdas propuso una concentración simbólica del personal que acabó con decenas de sanitarios aplaudiendo irónicamente a los gestores del centro. Y ayer la junta de personal ya solicitó el cese de Bayona. "Como máximo responsable, creemos que es lo adecuado. Hoy (por ayer) el hospital está para echarse a llorar", aclararon los responsables de este comité. Las plantas de sospechas también estaban ayer llenas y, las de positivos, con 65 enfermos y varias camas libres.

Por otra parte, el gerente del área sanitaria IV, Luis Hevia, también estuvo ayer en la presentación del autocovid infantil del HUCA. Hevia señaló que este fin de semana se abrirá una nueva unidad para albergar a pacientes con coronavirus en el hospital con capacidad para 43 personas. También dijo que se abrirá una nueva planta para estos enfermos en el Monte Naranco, que puede acoger hasta 22 ingresados.

Según apunta Luis Hevia, en la primera oleada de la Pandemia el HUCA y Monte Naranco tuvieron casi 300 ingresados con covid-19, mientras que en estos momentos hay 87 pacientes confirmados. En Asturias hay 316 asturianos ingresados en planta y otros 40 en UCIs. Además, Salud reorganizará estos días su plantilla en busca de enfermeras con traslados temporales de los servicios de consultas especializadas y quirófanos. Estos días el Principado, tal y como adelantó ayer este diario, busca un espacio en el que poder ubicar un hospital de campaña -se están buscando alternativas al recinto ferial para poder ocupar un local de propiedad pública y, por tanto, gratuito-, colándose de momento como alternativa viable el palacio de Deportes de La Guía de Gijón. El Centro de Discapacidades Neurológicas de Langreo (Credine), por su parte, dobla su capacidad: pasa de 60 a 120 camas.