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La pandemia dispara las jubilaciones en el profesorado asturiano: 280 en solo dos meses

“Tenemos miedo al virus, a que las condiciones laborales cambien, y las clases a distancia nos desgastaron mucho”, aseguran los docentes

Una clase del IES Jovellanos de Gijón. | Ángel González

La pandemia está generando un aluvión de jubilaciones entre el profesorado asturiano. En solo dos meses –en concreto, del 31 de agosto al 27 de octubre– se han retirado 280 docentes, según los datos aportados por la consejería de Educación a los sindicatos. Esta cifra contrasta con la registrada en el primer semestre del año, cuando se contabilizaron únicamente 78, a las que hay que sumar otras 4 de julio y agosto. Esto quiere decir que el número de jubilaciones que se produjeron en septiembre y en octubre, coincidiendo con el inicio del nuevo curso escolar, casi cuadriplica a las que hubo de enero a agosto. El motivo: el miedo al covid y a que las condiciones de jubilación cambien de un día para otro.

“Los docentes no se la quieren jugar. Antes esperaban a finalizar el curso; sin embargo, ahora están deseando cumplir la edad de jubilación para dejar las aulas”, asegura Borja Llorente, secretario general de Enseñanza de CC OO. En lo que va de año se han jubilado más de 360 profesores y todavía quedan dos meses para finalizar 2020. De seguir con este ritmo, dice Llorente, podría alcanzarse la cifra récord de 500. Cada año se retiran de media unos 400 maestros. Los 280 registrados en septiembre y octubre son los que se contabilizaron en todo 2012. El sistema educativo asturiano tiene una de las plantillas más envejecidas de España, “con 11 docentes mayores de 50 años por cada menor de 30 cuando la media nacional es de siete por uno”, subraya Llorente.

Ahora con el covid muy pocos, por mucho amor que tengan a la enseñanza, deciden continuar dando clases, una vez cumplidos los 60 años y habiendo trabajado 32, que es el requisito que deben tener los funcionarios de carrera para aspirar a la pensión máxima. Juan Carlos (nombre ficticio) es profesor en el instituto Alfonso II de Oviedo y en enero hace los 60. “En condiciones normales mi intención hubiera sido jubilarme después de acabar el curso y pasar la evaluación extraordinaria, es decir, en septiembre. Pero por el covid lo voy a dejar ya en enero”, confiesa. Este docente dice que en su decisión, y en la de otros muchos profesionales, influye el temor a contagiarse pero sobre todo a que las condiciones de jubilación cambien como consecuencia de la crisis sanitaria. “Tengo compañeros que cumpliendo los 60 prácticamente a finales de curso, por ejemplo en mayo, se van a retirar ese mes; no quieren ni esperar a junio”, agrega.

Las clases durante el confinamiento han hecho mella, aseguran

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Juan Carlos también asegura que las clases durante el confinamiento hicieron mella a los profesores de su generación. “Trabajamos muchas horas. Yo hice jornadas de doce horas y eso desgasta mucho. El uso de las nuevas tecnologías nos pilló a descolocados, sin preparación, con falta de fluidez”, comenta. Ahora, Juan Carlos solo desea que llegue enero y que “no pase nada en los meses que quedan”. “Tenemos cierto miedo al virus”, remata. Pedro (también nombre ficticio) es profesor en el Centro Integrado de Formación Profesional Cerdeño, en Oviedo. En diciembre cumplirá los 60 y, por supuesto, se jubilará. “Hay temor ante la crisis venidera y que las prejubilaciones cambien y retrasen la edad. Y luego la situación, con el covid, también influye”. Son conscientes de que ya entran en una edad de riesgo y que, si se pueden evitar las aulas y el contacto con los alumnos, lo harán.

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