La fortuna apenas tocó ayer a los territorios del Occidente asturiano. Lo que cayó fue poco, pero igualmente bienvenido. Mayte Alonso, propietaria del estanco Río Pigüeña, de Belmonte, vendió anteayer a última hora de la mañana un décimo, de un número que la máquina eligió al azar, a un vecino del concejo. Era el 43831, que resultó agraciado con uno de los quintos premios: 6.000 euros por 20 euros jugados. “Estamos muy contentos; solo esperamos que esto traiga esperanza al concejo”, dijo Alonso, para quien este año no fue bueno en ventas “si bien la semana antes del sorteo hubo más interés”.
La estanquera lleva 20 años en la expendeduría. En este tiempo, vendió varios premios de lotería, tanto de sorteos extraordinarios de Navidad como de los ordinarios. Ayer recordó el décimo premiado también con un quinto premio el 22 de diciembre de 2019 y otra fecha “importante” para el estanco Río Pigüeña, el 26 de febrero de 2015, cuando repartió 30.000 euros.
“Todo lo que sea dar premios presta mucho”, dice Carlos Rodríguez, que regenta en La Caridad (El Franco) el estanco Alfonso Rodríguez y ayer se llevó la pequeña alegría de haber vendido un décimo del 43831, premiado con un quinto premio. Desconoce desconoce quién es el agraciado de este premio de 6.000 euros, que se vendió por máquina. No es la primera vez que reparte suerte en el sorteo de Navidad, ya que en 2017 vendió dos décimos de otro quinto.
Navia y Luarca
En las administraciones más importantes de Navia y Luarca “cayeron pedreas”, es decir, 100 euros al décimo o 120 si coincide la última cifra con la del Gordo. La lotera naviega Bárbara Carbajales aseguró que las terminaciones en cinco (última cifra del segundo) y siete (última del Gordo) “siempre se venden muy bien ”. En Luarca, el lotero Jesús Gutiérrez también manifestó la misma situación. “Este año premios gordos por aquí no hubo, pero sí tenemos muchas pedreas”. Ahora, “a esperar por el de Reyes”.
Dos quintos dejan un “pellizquín” de 18.000 euros en El Berrón y en Posada de Llanera
La comarca del Nora tuvo un día de quintos. Premios de la lotería que se celebraron con botellines de cerveza para festejar un “pellizquín” de suerte en un año aciago. Un total de 18.000 euros cayeron entre la localidad sierense de El Berrón (12.000 euros en dos décimos) y la de Posada de Llanera (6.000 en uno).
Madrugó mucho la diosa fortuna en El Berrón: apenas habían salido una decena de números cuando sonó el 86.986, con 60.000 euros a la serie. En la localidad se quedaron 12.000 euros del total, gracias a los dos décimos vendidos por María Jesús García en la administración de la localidad. “Fueron los dos a máquina. Espero que sirva para que la gente vea que los de la máquina también tocan”, apostillaba encantada la lotera.
Este es el primer premio relevante que da María Jesús García en el sorteo navideño, a pesar de llevar vendiendo diez años. “Si que tuvimos alguno importante en la lotería del sábado o en quinielas, esas las llevamos vendiendo desde los años 60 del pasado siglo, cuando era mi madre llevaba el negocio”, concluía, esperando que apareciera alguno de los premiados, cuando aún no habían dado las once de la mañana.
Hubo de pasar aún un largo rato hasta que de los bombos del sorteo salió otro número que trajo más celebración a la comarca. En esta ocasión, la suerte cayó en Posada de Llanera, en la administración de lotería que dirige Cristina Goizueta, en la que ya había tocado otro quinto premio del sorteo navideño nueve años atrás. En aquella ocasión fue el 08128. En esta, fue el 43.831 el que hizo brotar a borbotones la alegría por la buena fortuna.
Eso sí, entre la emoción, las llamadas recibidas y las líneas con Madrid saturadas, no consiguió acabar de comprobar cuántos décimos había vendido. “Creo que sería una serie”, especulaba el lotero. Eso sí, sabe que todo se vendió por décimos y que el último lo sacó en la jornada previa al sorteo. “Con la pandemia se vendió todo en la ventanilla. Ni asociaciones ni peñas compraron para papeletas como otros años”, resumía Goizueta.
