La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Conmoción por la muerte del camionero asturiano accidentado en Siero: "Por donde iba dejaba huella"

"Cuando parecía que este año no podía acabar peor vamos y nos enteramos de esto. No hay palabras", relataban ayer los compañeros del fallecido.

"Por donde pasa dejaba huella". San Martín del Rey Aurelio lloró hoy a José Manuel Rubio Fernández, el camionero tinetense de 55 años fallecido ayer en un accidente de tráfico que tuvo lugar cuando el hombre, padre de dos hijos, se encontraba al volante de su coche particular en la carreta AS-119, entre Bimenes y Lieres, en el kilómetro 12,300, en Siero. El funeral por su eterno descanso se celebró hoy a las cinco de la tarde en Blimea. Las primeras investigaciones apuntan a que el hombre se salió de la vía, sobre las 12.30 horas, por el margen derecho, llegando a circular durante unos segundos por un talud de tierra para retornar a la carretera de nuevo, volcando sobre el techo. Al parecer, pudo haberle dado un infarto. "Podéis estar orgulloso de vuestro padre, mucho", le decían a los hijos del difunto esta tarde.

José Manuel Rubio Fernández era trabajador de Casintra y, aunque estaba de vacaciones hasta enero, se dirigía precisamente a la sede de la compañía de transportes en Granda (Siero). Según las fuentes consultadas por este periódico, el hombre venía de revisar el remolque de su camión, que se encontraba en unos talleres de Lieres. “Estamos muy dolidos”, lamentaron desde Casintra. Rubio Fernández cubría rutas internacionales; sobre todo, viajaba a Francia e Italia. El fatal destino le ha llevado a fallecer en la carretera, pero justo cuando estaba de descanso y disfrutaba de las fiestas navideñas. "Cuando parecía que este año no podía acabar peor vamos y nos enteramos de esto. No hay palabras", relataban ayer los compañeros del fallecido.

Sus compañeros de Casintra y otros transportistas de la región que le conocían lo describen como un hombre “currante, tranquilo, buena persona y gracioso”. “Daba gusto trabajar con él. Siempre que podía echarte un cable, te lo echaba”, comentó, en plena ruta, un trabajador de Casintra, muy afectado por el trágico suceso. “Lo primero que pensé –confesó este camionero– es que se había matado con el camión. Le debió dar algo... Me duele mucho su pérdida”. “Era una buena persona y mejor profesional, siempre dispuesto a echar una mano a los demás. Era bastante gracioso”, recordó otro transportista.

José Manuel Rubio Fernández era padre de dos hijos, uno de ellos un adolescente de poco más de diez años. “Todos conocíamos al chaval porque venía sobre todo los sábados con el padre. ¡Qué pena!”, comentó un compañero.

Algunos familiares y amigos de la víctima utilizaron ayer las redes sociales para ensalzar su recuerdo. “No es justo que te vayas tan pronto. Siempre se van los mejores. Te fuiste en silencio, de forma discreta, como tú eras, sin preocupar a nadie, y en unas fechas tan señaladas... Unas vacaciones que ansiabas que llegaran para disfrutar de tu hijo”, escribió un ser querido. “No me puedo creer que te hayas ido de repente... ¡Me niego a creerlo! Ahora se me va a hacer raro no recibir tus mensajes, tus visitas, todo...”, lamentó otra familiar.

Compartir el artículo

stats