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La sidra resiste con los culetes online

La Denominación de Origen incrementó un 75% las ventas por internet en 2020, aunque el consumo cayó un 35% por el cierre de la hostelería

Cajas de sidra apiladas en el lagar gijonés de Contrueces.

El coronavirus también está cambiando la forma de consumir la sidra asturiana con Denominación de Origen Protegida. La llegada de la pandemia –con el cierre de la hostelería, que concentraba el 86% de las ventas del sector– ha provocado un auge del 75% en las ventas online de los llagares a consumidores particulares. Los asturianos siguen bebiendo sidra pese al confinamiento y el cierre de las sidrerías, pero en términos globales las restricciones han pasado una importante factura a las ventas, que cayeron un 35% con respecto a 2019. Así, la Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias pasó de 4.791.000 contraetiquetas para botellas en 2019 a 3.083.000 en 2020, el año en que llegó el coronavirus.

No solo crecieron las ventas de los llagares a través de internet. Las ventas en el canal de alimentación –es decir, en tiendas y supermercados– aumentaron un 28%, mientras que la venta directa en los propios lagares se incrementó un 54%. El extraordinario crecimiento a través de internet se debió a que muchos lagares habilitaron espacios web donde poder adquirir sus diferentes tipos de sidra. Pretendían dar salida al stock acumulado en la primavera y así poder acoger la cosecha de manzana durante el otoño. Queda por saber si este año la situación sanitaria permitirá reactivar el consumo de sidra y vaciar los lagares para la próxima temporada pues se prevé una “cosechona” de manzana, tal y como marca la vecería en este tipo de cultivos.

Sidra en caja, y escanciada. Miki López

Arturo González Cortés, gerente del Llagar de Peñón, en Albandi (Carreño), fue uno de los lagareros que apostaron por la venta online y así pudo cubrir gastos durante las semanas de cierre de la hostelería a cal y canto. González Cortés admite que “cada año se vendía más sidra DOP, pero 2020 fue un año atípico. Aun así, se nota que mucha gente pasó de consumir sidra natural normal a sidra con DOP”.

José Luis Vigón Fernández, de Sidra Orizón, en Nava, concreta que en su caso la venta online fue residual, pero sí que percibió un repunte en los clientes particulares que acuden directamente al lagar en busca de cajas de sidra. “En nuestro caso, la venta directa en el lagar aumentó un 20 por ciento. La gente viene con el vacío y le sale rentable económicamente”, comenta este lagarero naveto. En cuanto a la DOP, Vigón Fernández afirma que “cada vez se demanda más sidra de calidad. Me gustaría que toda la sidra fuese de denominación, pero la gente se tira a la sidra normal si está buena”.

El alza del consumo de sidra DOP que viene produciéndose durante los últimos años, salvo la anomalía pandémica de 2020, se percibe en el incremento de los lagares que cuentan con este tipo de sidra, que pasaron de ser 33 en 2019 a 34 el año pasado. Los cosecheros inscritos en la DOP también aumentaron (de 353 a 358 de un año a otro). Las hectáreas de cultivo bajan ligeramente (de 948 a 925).

Aunque las ventas, en el global del sector de la DOP, acusaron la llegada de la pandemia de covid, sí hubo un producto sidrero que se consumió más en el año del confinamiento. La venta de sidras naturales espumosas adscritas a la DOP subió en 2020. En este caso hubo un incremento del consumo del 4 por ciento. Según los datos aportados por el Consejo Regulador las ventas de este producto pasaron de 84.950 litros en 2019 a 88.432 el año pasado.

Gracias al consumo doméstico, la sidra natural de escanciar está aguantando el tipo a pesar de que es una bebida social y de los cierres que está soportando el sector hostelero. El consejo regulador de la DOP Sidra de Asturias, consciente de esta vulnerabilidad, lanzó varias campañas de promoción del producto. Tras el confinamiento, repartió vasos identificados con colores para que el usuario solo bebiera de su propio vaso y así se produjera un consumo más seguro de la sidra en la hostelería.

Una de las últimas novedades del sector es la puesta en marcha del proyecto “Sidraturismo Asturias”, que pretende impulsar el turismo por la región ligado a la bebida asturiana por excelencia, para beneficio de ambos sectores.

Un culete de sidra.

ALGUNOS DATOS DEL AÑO

  1. Caída general de venta: Descenso del 35% en las ventas de sidra DOP
  2. Empuje de la venta online: La venta online se incrementó un 75% en 2020, mientras que la venta directa en los lagares creció  un 54% y en el canal alimentación un 28%
  3. Más lagares y cosecheros: El Consejo Regulador de la DOP Sidra de Asturias cuenta con 34 lagares inscritos (uno más que en 2019) y 358 cosecheros (cinco más)
  4. Auge de las sidras espumosas: La venta de sidras naturales espumosas creció de 2019 a 2020. Su consumo subió de 84.950 litros a 88.432, es decir, un aumento del 4%
  5. Consumo seguro: El Consejo realizó varias campañas de promoción, como el reparto de vasos de colores para un consumo más seguro en los establecimientos hosteleros

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