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Pablo Riesgo, el joven aficionado al Marino y amante de la cocina al que llora la sanidad asturiana

Familiares y conocidos recuerdan el carácter “tranquilo, trabajador y calmado” del auxiliar de enfermería fallecido esta mañana, que será homenajeado en el Hospital de Jove, donde trabajaba

Pablo Riesgo

No solo los sanitarios lloran la pérdida del joven Pablo Riesgo Rivero, auxiliar de enfermería en el hospital de Jove, quien falleció esta mañana por causas que se desconocen. La localidad gozoniega de San Jorge de Heres recibió como un jarro de agua fría la noticia. Y es que allí pasó su infancia Pablo, ya que su padre, Luis, es natural del pueblo de Gozón.

Daniel García Vega recuerda con nostalgia los juegos con Pablo, cuando eran pequeños, en la cancha deportiva de las escuelas locales, situada al lado de la iglesia de Heres, donde mañana, 8 de febrero, se celebrará a las cinco de la tarde el funeral en memoria del fallecido. “Íbamos mucho hasta la cancha del colegio de San Jorge, donde nos juntábamos unos cuantos y jugábamos al fútbol, al baloncesto, e incluso a veces veíamos películas con los mayores en el Club Apolo. De aquella, con siete años, nos soltaban de casa cuando amanecía y hasta por la noche no volvíamos”, rememora García Vega, quien reconoce que el fallecimiento de Pablo “no me lo esperaba porque nunca piensas que un chaval de 26 años muera de la noche a la mañana”.

Los que trabajaron o coincidieron con él en cambios de turno en el hospital de Jove lo definen como “un chaval más bien discreto y trabajador”. José Manuel García García, vecino de San Jorge de Heres, recuerda que tanto Pablo como su padre, Luis Manuel, acudían a menudo al campo de Miramar para ir a ver al Marino de Luanco. “Muchas veces coincidía con ellos en el bar El Campo antes de entrar al partido y luego lo veíamos juntos, en la misma zona”, comenta García García.

 García Vega compartió el día de la Primera Comunión con Pablo, en la iglesia de San Jorge de Heres y su relación desde la infancia continuó hasta la actualidad, a pesar de que el auxiliar de enfermería residía en Gijón, en el barrio de La Calzada. No fallaban a las fiestas de San Jorge ni a los partidos del Marino de Luanco.

El joven, antes de ser auxiliar de enfermería, había estudiado cocina, pero al empezar una relación de pareja decidió cambiar el rumbo de su vida laboral y estudiar algo relacionado con la rama sanitaria. Hace un año, comenzó a trabajar como auxiliar en el servicio de Urgencias del Hospital de Jove. Precisamente sus compañeros del centro gijonés se concentrarán en su memoria mañana, 8 de febrero, a las 14.30 horas, en el aparcamiento de la puerta principal del centro hospitalario gijonés.

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