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La apertura de una nueva etapa en la institución académica

Villaverde llama a los universitarios a avanzar juntos: "No hay adversarios"

Barbón anima al constitucionalista a ser “el rector de la esperanza en el renacer de Asturias” y Granda le pide que “preserve” la autonomía académica

Ignacio Villaverde, nuevo rector de la Universidad de Oviedo: “Querido presidente Barbón, o vamos juntos o no vamos a ninguna parte"

Ignacio Villaverde, nuevo rector de la Universidad de Oviedo: “Querido presidente Barbón, o vamos juntos o no vamos a ninguna parte" E. V.

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Ignacio Villaverde, nuevo rector de la Universidad de Oviedo: “Querido presidente Barbón, o vamos juntos o no vamos a ninguna parte" Mónica G. Salas

Con cierto “miedo” y mucha “emoción”, ayer Ignacio Villaverde Menéndez empezó un “sueño”: el de ser rector de la Universidad de Oviedo. Lo hizo en un acto solemne, pero reducido por la pandemia, en el que emplazó a la comunidad académica a ir “juntos” y a “dar lo mejor de nosotros” con el objetivo de “hacer mejor” la institución que durante los próximos cuatro años liderará, “porque así –aseguró– haremos mejor el mundo”. El catedrático de Derecho Constitucional, que prometió comenzar a trabajar hoy mismo con “esfuerzo” y “entrega”, subrayó que en la Universidad “no hay oponentes ni adversarios” y que “ningún apoyo sobra”, lanzándole un guiño al rector saliente, Santiago García Granda, y a su equipo. “Si conseguimos sumarlos todos, estoy convencido de que no solo saldremos adelante y dejaremos atrás estos días oscuros de la pandemia, lo haremos también más fuertes, mirando con confianza el futuro”, afirmó con contundencia.

Pese a ser de lágrima fácil, el gijonés, de 56 años cumplidos este miércoles, logró leer con extraordinaria entereza su discurso –de cinco caras de folio– en el paraninfo del edificio histórico, ante una veintena de personas físicas y miles más virtuales por las restricciones del covid. Entre las físicas estaban su padre, Antonio; sus hijas, Paula y Nuria; su mujer, Marta Canteli, y cinco miembros de su equipo rectoral: Humberto Rodríguez Solla, Susana Menéndez Requejo, Carmen Adams, Sandra Velarde y Ángel Espiniella. El nuevo rector compartió mesa con el presidente del Principado, Adrián Barbón, quien le animó a ser “el rector de la esperanza en el renacer de Asturias”, y con el ya exrector Santiago García Granda, que le pidió que “mantuviese y preservase la autonomía universitaria”.

Ignacio Villaverde, ya convertido en rector, con el bastón de mando en la mano y la medalla de la Universidad colgada del cuello, mientras Santiago García Granda le muestra su cariño cruzando los brazos sobre su pecho. Al fondo, el presidente Adrián Barbón. | Universidad de Oviedo

Los tres entraron en el paraninfo, tras recorrer el patio de columnas del edificio histórico en un cortejo académico también menos numeroso de lo normal por culpa del virus y en el que se respetaron las distancias de seguridad. A Villaverde le arroparon todos los exrectores vivos: Vicente Gotor, Juan Vázquez, Juan Sebastián López-Arranz y Alberto Marcos Vallaure. El proyecto del constitucionalista se levantó, precisamente, sobre la unión de dos sectores tradicionalmente enfrentados –porque fueron “rivales”–: el de Gotor y el de Vázquez. Y es esa misma unión la que se propone ahora llevar a todos los rincones de la Universidad, incorporando a Granda y a su equipo. “Todos formamos parte de esta gran aventura, nadie sobra, ni nadie debe faltar en el camino que andamos para vivirla”, enfatizó.

Villaverde tuvo un frío intercambio de atributos –la medalla y el bastón de mando–, de nuevo, por el coronavirus. Tuvo que coger de la mesa presidencial la medalla y el bastón que posó sobre ella García Granda. Tampoco hubo cambio de indumentaria, sino que fue directamente vestido de rector.

Tras jurar su cargo ante el presidente del Principado, el profesor de la Facultad de Derecho inició su primer discurso como máximo representante de la institución académica dando “gracias”. Gracias “a la comunidad universitaria”, que el pasado 12 de febrero le eligió como rector, a su “equipo” por “tanta generosidad, cariño y respaldo”, y a su “familia” por su “apoyo emocional”. “Sin el equilibrio y la paz que me han regalado, hoy (por ayer) no podría estar aquí hablando ante ustedes”, confesó. Villaverde nombró, entre otros, a sus hijas, Paula y Nuria, a sus “otros hijos” Pablo, Marta y Daniel; a su mujer, Marta Canteli; a su padre, Antonio, “el ejemplo de vida que siempre he tratado de honrar”, y a su madre, Esther, ya fallecida, “que está aquí también”, dijo, señalando al cielo.

La firma del Rector en el libro de toma de posesiones. | Universidad de Oviedo

Pese a estas emotivas palabras de entrada, Villaverde aguantó el tipo –“Es que lo ensayé mucho”, bromeó a la salida–. No así sus hijas, Paula y Nuria, que confesaron que “alguna lágrima” les cayó. El constitucionalista, según comentó durante su intervención, no pudo evitar recordar su “primer día como estudiante en la Universidad de Oviedo” hace ya casi cuarenta años. “No podía sospechar entonces que gran parte de mi vida iba a transcurrir dentro de esta institución”. Y menos aún que iba a llegar a lo más alto. “Recibir los atributos de rector supone un honor difícil de describir con palabras y una responsabilidad enorme que me exigirá cada día dar lo mejor de mí. A ello, con todo mi esfuerzo y entrega, dedicaré por completo estos años venideros”, prometió.

Villaverde no quiere perder ni un minuto para hacer “una Universidad mejor” y “llevarla más lejos”, palabras con las que concluyó su intervención. Y adelantó que hoy mismo comenzará a trabajar –aunque en realidad ya se puso ayer, manteniendo una reunión con su equipo– poniendo en marcha las cinco tareas que considera “más importantes y urgentes”. Son: “el diseño del plan estratégico y un nuevo plan propio de ciencia; la transformación digital de la Universidad y su desburocratización; la creación de un observatorio para el análisis y estudio de las necesidades del estudiantado; la definición de una nueva estructura presupuestaria y la propuesta de una nueva organización administrativa, y la constitución de un grupo de coordinación covid y la aprobación de un plan adaptado a las nuevas circunstancias sanitarias”.

El nuevo rector se fija también como objetivo para estos cuatro años “ampliar” el compromiso de la Universidad con “el desarrollo de nuestro territorio” para “ayudar significativamente a que estos momentos de tanta pérdida se transformen en tiempos de suma y de esperanza”. Y fue aquí donde tendió la mano al Principado, queriendo abrir “un tiempo de diálogo sincero y de esfuerzo compartido en el que las decisiones a tomar se encaminen a mejorar el futuro de nuestros conciudadanos”. “Cualquier ayuda o interlocución es poca y me comprometo a facilitar un diálogo sincero y leal por el bien de nuestra sociedad, por una Asturias mejor. Querido presidente, tú bien lo sabes: o vamos juntos o no iremos a ninguna parte”, destacó.

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Ignacio Villaverde toma posesión como rector de la Universidad de Oviedo IRMA COLLÍN / Universidad de Oviedo

Y Adrián Barbón contestó poniéndose a su disposición para “anudar la mayor colaboración posible entre el Ejecutivo y la Universidad de Oviedo”. “No tenemos ni un minuto que perder, porque estamos ante un episodio crucial de cambio, ante un tránsito acelerado que va a modificar nuestra economía. Me refiero a la transición ecológica y digital”, mencionó haciendo hincapié en un propósito: “Que la Universidad sea protagonista del cambio”. Además de colaboración, Barbón garantizó “un pleno respeto a la autonomía universitaria”. “El Ejecutivo no va a injerirse en los debates que debe dilucidar la propia institución. Ejerceremos nuestra responsabilidad cuando nos toque”, manifestó.

Esa misma autonomía que García Granda pidió a Villaverde que mantuviese, pues es el “valor por excelencia de nuestras instituciones”. El rector saliente se emocionó varias veces durante su discurso, aunque las lágrimas no llegaron a brotar. Especialmente, cuando habló de su Verdicio natal. Tuvo que parar unos segundos, quitarse la mascarilla y beber un sorbo de agua, tras afirmar que todo lo que es “se lo debe a su pueblo” y poner el acento en el “esfuerzo y ganas de superación” de su familia por que llegase a la Universidad.

La familia, su “apoyo emocional”

El rector Villaverde, flanqueado por su padre, Antonio Villaverde; su mujer, Marta Canteli, y sus hijas, Nuria y Paula Villaverde. | Irma Collín

“Vivimos el acto como si fuese una película; estamos emocionados y muy contentos”

Ignacio Villaverde comparte con su mujer, la médica estomatóloga Marta Canteli, una inmensa pasión por la Universidad de Oviedo. Tanto que a Canteli le brotaban ayer las lágrimas de los ojos: “Quiero mucho a esta institución”. Así que, en realidad, el constitucionalista cumplió su sueño y el de su “compañera de viaje”, como así se refirió a ella en el discurso de investidura. “Para mí supone una gran ilusión que se haya convertido en rector y es la culminación a su vida académica. Es, además, una persona muy capaz, con proyectos muy madurados y que estoy segura de que va a sacar adelante”, expresó. Junto a Canteli, estuvieron en el paraninfo las hijas de Villaverde: Paula, de 25 años, y Nuria, de 14. Ellas, que lloraron abrazadas a su padre cuando ganó las elecciones al Rectorado, confesaron que ayer “alguna lágrima” también les desbordó. “Estamos muy emocionados todos y muy contentos de que vaya a iniciar el trabajo de rector. Siempre estaremos ahí, apoyándolo”, dijeron. La ceremonia la vivieron, a pesar de las restricciones por el covid, casi “como una película” por su “solemnidad” y “significado”. Entre el público también estuvo un orgulloso Antonio Villaverde, padre del nuevo rector. Haber sido testigo de cómo su hijo recogió el bastón de mando fue “una gran satisfacción”: “Para mí esto fue lo más grande”. La madre de Villaverde, Esther, fallecida en julio de 2019, estuvo en la distancia.

Barbón: “Hay que dotar de equilibrio y vitalidad los campus”

Santiago García Granda, Adrián Barbón e Ignacio Villaverde, durante el cortejo académico por el patio de columnas de la Universidad. | Irma Collín

El presidente Adrián Barbón dibujó ayer la Universidad que quiere para Asturias. Se resume en una institución que “continúe mejorando su prestigio y su puntuación en los rankings internacionales”, que “fomente la transferencia de conocimiento” tejiendo alianzas con la empresa, y que asuma “un papel protagonista en la gran transformación económica y social de la región”. Ante este último reto, enfatizó el líder del Ejecutivo autonómico, “os necesitamos sí o sí, tenéis que implicarlos a fondo”. Barbón pidió, en este sentido, una Universidad “pegada al territorio”, “sacando el mayor rendimiento” a los campus y fomentando su “equilibrio y vitalidad”. Los campus, mencionó, de Oviedo, Gijón y, “por supuesto de las cuencas mineras, que hay que potenciar y asegurar su futuro”. Sus palabras adquieren especial relevancia en un momento en el que la Escuela de Minas de Oviedo y la Politécnica de Mieres están enfrentadas por implantar el nuevo grado de Energías Renovables y Sostenibilidad. El Presidente brindó, por otro lado, su apoyo al Rector para elaborar un plan estratégico “realista y viable”, para “seguir favoreciendo el acceso del alumnado mediante la congelación o rebaja de tasas”, para contribuir a la retención y captación del talento, y para definir un nuevo modelo de financiación.

Granda: “Mi ilusión estará ahora en dar clases e investigar”

Inevitablemente, a Santiago García Granda el acto de ayer le transportó al pasado. En concreto, a “1.747 días” atrás, al 16 de mayo de 2016 cuando tomó posesión como rector. “Todos y cada uno de esos días han sido un privilegio para mí. Y en todos y cada uno de ellos he sentido el apoyo de mi equipo y la complicidad de toda la comunidad universitaria”, aseguró. Ahora se abre una nueva etapa para él: el lunes volverá a la Facultad de Química. “Mi ilusión estará como siempre en la Universidad, en proyectos de investigación y docentes a los que dedicaré mi futuro con esperanza”, comentó. El catedrático de Química Física, que deseó a Villaverde “acierto” en su gestión, agradeció el “trabajo infatigable” de su equipo, “una auténtica piña –describió– a la que el proceso ha hermanado”. Granda defendió el “importante crecimiento en cifras e índices, en valores y alianzas” que experimentó la Universidad durante su mandato. “Honrada y objetivamente, dejamos una Universidad en marcha y en sus cotas más altas y eso nos enorgullece”, comentó el exrector, que admitió que la pandemia fue para él “una prueba de estrés”. El químico acabó su discurso como empezó el de mayo de 2016: falando en asturiano.

El equipo “entregado” de villaverde

Villaverde, en el centro, rodeado de su equipo rectoral: empezando por la izquierda, Antonio Fueyo, Daniel Santos, Sandra Velarde, Alfonso López, Pedro Alonso Velázquez, José Miguel Arias, Carmen Adams, Humberto R. Solla y Susana Menéndez Requejo. | Irma Collín

“Es un día con mucha luz a pesar de que el cielo esté gris”

Para Humberto Rodríguez Solla, hombre fuerte del equipo rectoral de Villaverde y nuevo vicerrector de Relaciones Institucionales y Coordinación, el de ayer fue “un día de mucha luz”, a pesar de que el cielo estuviese triste y “gris”. “La pandemia hizo que la ceremonia fuese más fría, aun así las emociones saltaron igual”, señaló entre foto y foto. Por primera vez, Villaverde se fotografió con los hombres y mujeres que le ayudarán a llevar la Universidad “más lejos” y “hacerla mejor”. Cuatro vicerrectores y el secretario general estuvieron en el paraninfo; el resto del equipo tuvieron que seguir la gala desde otra sala del edificio histórico por las restricciones de aforo.

La “piña” de García Granda

El consejero de Ciencia, Borja Sánchez (a la izquierda), charla con García Granda y miembros de su equipo: Eugenia Suárez, Eva María Cordero, Marta Hernando y Francisco Borge. A la derecha del todo, el hijo de Granda, Santiago García, y su pareja. | Irma Collín

Elogios al equipo saliente: la transición ha sido “ejemplar” y “elegante”

En los tres discursos de ayer hubo palabras de agradecimiento para el equipo saliente de Santiago García Granda. El nuevo rector expresó su “reconocimiento y respeto por su dedicación y esfuerzo” y calificó de “ejemplar” las dos semanas de transición. El presidente Adrián Barbón, por su parte, puso en valor la “elegancia” con la que el químico llevó el proceso , “reconociendo la victoria democrática de Villaverde”. “Si gestionar la Universidad nunca es fácil, menos aún lo es durante una pandemia que ha forzado a adaptar la docencia a un sistema telemático de un día para otro”, enfatizó. Fuera de cámaras, el consejero Borja Sánchez también les trasladó su agradecimiento.

El consejo de exrectores: “Que sea él mismo y escuche mucho”

Por la izquierda, Vicente Gotor, Alberto Marcos Vallaure, Adrián Barbón, Ignacio Villaverde, Juan Vázquez, Santiago García Granda y Juan López- Arranz, ayer, en el patio del edificio histórico de la Universidad. | Irma Collín

Que sea él mismo, que escuche mucho, que tenga cintura y que aplique sus ideas con sosiego. Son los consejos que dan a Ignacio Villaverde los exrectores Vicente Gotor, Juan Vázquez, Juan Sebastián López- Arranz y Alberto Marcos Vallaure, que ayer vivieron su toma de posesión desde la primera fila del paraninfo de la Universidad de Oviedo. Como pocas veces sucedió, todos ellos fueron ataviados con el traje negro; el mismo que llevaron el propio Villaverde y Santiago García Granda. El motivo: la pandemia, que impidió que se produjese la tradicional imposición de la toga de rector al constitucionalista –que debía ir de rojo, el color de su área de conocimiento– y se optó así por que hubiese uniformidad en el vestuario de todos los que fueron máximos representantes de la institución.

A Vicente Gotor, el predecesor de García Granda en el sillón de mando, el discurso del nuevo rector le pareció “coherente”, con una parte “familiar” y otra de “mirada al futuro”. “Creo que tiene las ideas muy claras. Y me gustó que tanto él como el Presidente expusiesen su intención de reforzar relaciones. Parece que ahora va a haber una buena sintonía entre las dos instituciones; con Granda hubo rifirrafes”, analizó. El catedrático de Química Orgánica e Inorgánica opinó que el proyecto de Villaverde es “muy ambicioso” y le aconsejó “ir despacio”, aplicar “sosiego”. En definitiva, la carta de presentación de ayer del nuevo rector supuso a sus ojos “un buen inicio”. Un inicio que continuará escribiendo, valoro, con “gente universitaria, de diferentes colores”.

La promesa de reforzar las relaciones con el Principado, bien vista por los exgestores

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Para Juan Vázquez, la toma de posesión del nuevo rector fue “emocionante” a pesar de las limitaciones por la pandemia. No se esperaba menos, pues, como él mismo recordó, Villaverde es “un amigo muy querido” y fue vicerrector de Relaciones Institucionales durante su mandato. Esa incontrolable emoción le llevó a abrazar al constitucionalista tras el acto; un gesto por el que el presidente Adrián Barbón les regañó. “Conozco muy bien sus capacidades y valía. Y creo que eso quedó traducido en su discurso, que estuvo bien concebido y fue ilusionante. Lo sentí como el resurgir de una época y unos estilos que identifico con la mía, como la llegada de aire fresco”, reflexionó.

Sobre las promesas, tanto del rector como del Presidente, de reforzar lazos entre ambas instituciones, el catedrático de Economía Aplicada advirtió que todos los mandatos empiezan con “idilios”, pero que luego esas relaciones “pasan por todo tipo de fases, como las de pareja”. “Esperamos que la Universidad y el Principado acierten en la elaboración de estrategias para el futuro de Asturias”, remató.

En opinión de Juan Sebastián López- Arranz, la ceremonia fue “muy bonita” y “realmente solemne” pese a la pandemia. E Ignacio Villaverde fue “muy espontáneo, abierto y puso ímpetu” en sus palabras. “Yo creo que lo más importante ha sido la manera en la que transmitió su espíritu. Esa inyección de ánimo viene fenomenal en estos tiempos que corren”, señaló. ¿El consejo que lanza al constitucionalista? “Que sea él, que todo lo que tiene en esa cabeza que lo lleve a cabo, pero siempre escuchando muchísimo y razonándolo”, recomendó.

Alberto Marcos Vallaure comentó que el acto de ayer estuvo “muy bien”, aunque “no tuvo la vistosidad de otros como consecuencia de la pandemia”. “Los discursos estuvieron bien. Son todo buenos propósitos, veremos a ver en qué se traducen”, indicó. Vallaure echó de menos “concreción” y advirtió que en la Universidad de Oviedo se necesitan aplicar “medidas bastante radicales”. A Villaverde le recomendó “tener mucha cintura”. Porque, agregó, “la Universidad es muy difícil de manejar. Hace falta mucha capacidad de diálogo, aunque él la tiene”.

Menos burocracia y más investigación y personal, demandas de la comunidad educativa

“Lo más llamativo es que ponga sobre la mesa la intención de ser rector para todos”, destaca Rafael Ayestarán, profesor del campus de Gijón

La comunidad universitaria espera que Ignacio Villaverde cumpla sus promesas y logre el objetivo de mejorar la Universidad asturiana. El mensaje de optimismo del rector durante su toma de posesión caló entre los diferentes profesionales que conforman la Universidad. Piden menos burocracia y más inversión en investigación y personal para que la entidad sea un referente en el futuro.

El profesor titular de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón Rafael Ayestarán reconoce que “a priori, todo lo que dice suena bien. En principio, son buenas intenciones. No me cabe duda que sus ideas serán siempre en beneficio de todos. Que ponga sobre la mesa directamente su intención de ser rector para todos, con la idea de ponerse ya manos a la obra, entrando con unas ideas claras de líneas de actuación rápidas, es lo más llamativo de su discurso”. Este docente espera que en el cambio que promete Villaverde para la Universidad “haga partícipe al campus de Gijón, que nos use como punta de lanza para ser una universidad del siglo XXI. Como profesor, le pido que se elimine la burocracia porque a veces nos impide hacer investigación. Y que se apoye a los jóvenes investigadores y a los grupos emergentes. A veces no logramos mantener aquí el talento que generamos”, añade.

José Cechinni, catedrático del departamento de Ciencias de la Educación, cree que el actual es “un momento importante para, de una vez por todas, crear un título de Grado en Ciencias del Deporte, porque fuimos la primera universidad en pedirlo y la última en tenerlo. También es necesario rejuvenecer la Universidad y sacar plazas de profesores, así como intentar mejorar las relaciones con el gobierno del Principado y mejorar el nivel presupuestario”, reclama.

María Martín, trabajadora del departamento de Personal de Administración y Servicios (PAS), que trabaja en la Facultad de Medicina, espera que Villaverde “dignifique el teletrabajo y la conciliación laboral. Que no afecte el ejercicio de este derecho a los trabajadores que no lo están ejercitando”. También se necesita, señala, que la Universidad se digitalice “de la mejor manera posible y que se cuente con un plan de prevención de riesgos laborales que tenga muy en cuenta el covid y también todos los problemas que se producen en relación con el acoso laboral”.

Otra demanda de los funcionarios y personal laboral es la adecuación de la relación de puestos de trabajo a las necesidades de la Universidad y tratar de definir las funciones lo mejor posible para homologar los complementos de destino y específicos. “Además, los concursos de méritos tienen que ser anuales. Que haya procesos de promoción y ofertas de empleo lo más grandes posibles”, apunta.

Sobre el discurso de Villaverde en su toma de posesión, Martín destaca que aludió “a la esperanza que todos tenemos en estos tiempos tan difíciles. Espero, como él, que todo mejore y la Universidad contribuya en la sociedad a esa mejora”. Martín le desea suerte en su mandato, “para que pueda poner en práctica todo lo que promete en su programa”.

Alejandra Díaz Rocha, estudiante de la facultad de Derecho, espera que cumpla “todo lo que lleva en su programa y que su mandato no sea tan accidentado como el anterior. Espero que no le toque una pandemia en los próximos años”, comenta. Con respecto a los objetivos para mejorar la Universidad, Díaz Rocha aboga por que tenga “perspectiva de género”.

La toma de posesión de Ignacio Villaverde, que se impuso hace unos días en las elecciones al rectorado al anterior titular, Santiago García Granda, abre la puerta a la esperanza, según la mayoría de los consultados. Un nuevo equipo, con energías renovadas, encara un nuevo rectorado que se presenta complejo por las circunstancias económicas y sanitarias pero con el que el equipo del nuevo rector aspira a rejuvenecer la Universidad de Oviedo y que ésta sea “el timón de Asturias hacia la recuperación económica de la región”.

Siete extractos del discurso de Villaverde

“Vivimos tiempos recios, que solo seremos capaces de superar si lo hacemos juntos, como una comunidad, cada uno en su tarea”

“Os apelo a dar lo mejor de nosotros en estos próximos cuatro años; ningún apoyo va a sobrar en la tarea que nos espera”

“La Universidad ampliará su compromiso con el desarrollo de Asturias; esperamos convertir estos momentos de pérdida en esperanza” 

“En los próximos cuatro años habrá batallas; algunas las perderemos, pero las habremos dado y solo en ello ya radica la victoria”

“Mi compromiso es hacer una Universidad mejor y llegar más lejos sin olvidar que es una institución para todas y para todos”

“No he podido evitar recordar mi primer día de estudiante, siento aún en la piel la intensidad de aquellas emociones”

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