La lucha feminista puede con el covid-19. Decenas de mujeres, cientos, salieron esta tarde a la calle con sus mascarillas y guardando la distancia de seguridad para teñir de malva Asturias. A ellas se unieron otras muchas desde las redes sociales, balcones, las ventanas de sus domicilios particulares, desde sus trabajos... Y un año más se consiguió una exitosa movilización, aunque fuera distinta. Porque la pandemia lo ha cambiado todo en el último año, también la manera de celebrar la jornada reivindicativa del 8M, pero no le ha conseguido restar fuerzas. Todo lo contrario. Ha servido para visibilizar la labor de todas las mujeres y en todos los ámbitos de la vida.
El movimiento Asturies Feminista 8M tenía claro que nada podía fallar en las concentraciones convocadas a lo largo de toda la región. De ahí que la llamada a la responsabilidad individual fuera acompañada de una intensa labor de organización para perimetrar los espacios donde se desarrollaron los actos reivindicativos, y que bien con marcas en el suelo e incluso con cuerdas, estuvieran señalizados los puntos donde se debían colocar las participantes, manteniendo así la distancia de seguridad de al menos un metro y medio. Era imprescindible evitar que cualquier fallo pudiera dar pie a una nueva criminalización del 8M como la que se intentó en 2020, junto al inicio de la pandemia, a las puertas del confinamiento de todo el país.
En Oviedo desde la plaza de La Escandalera hasta el final del Campo San Francisco, el centro de la capital y concretamente la calle Uría se convirtieron en una fiesta de la mujer con música, bengalas y prendas moradas. En Gijón unas mil personas se concentraron (más o menos las previstas) entre lamentos por la falta de apoyo institucional. "Ojalá estuviera aquí Barbón, para que vea que si se podía", sentenciaba una de las manifestantes, que ocuparon de forma estática parte del centro de la Villa de Jovellanos desde El Humedal a la Gota de Leche.
El presidente del Principado, Adrián Barbón, se unió a la movilización feminista por vía telemática desde el edificio que acoge la Presidencia del Principado, y que ayer lució de morado. “El feminismo tiene fuerza sobrada para desbordar las redes usando las nuevas tecnologías, para ocupar las ventanas y balcones e iluminar Asturias entera con vuestros lemas y reivindicaciones”, aseguró antes de mencionar el lema elegido para este año: “Igualdad para innovar, igual de hecho”.
Barbón se comprometió a que el Ejecutivo que encabeza “seguirá desplegando políticas a favor de las reivindicaciones feministas”, y que innovar es “una oportunidad para no repetir los sesgos que perpetúan la discriminación de género y para evitar la violencia a través de la red”.
El jefe del Ejecutivo asturiano destacó el papel protagonista de las mujeres durante la pandemia con sus trabajos esenciales, y se refirió también a las graves consecuencias económicas y sociales de la pandemia. “No podemos permitir en ningún caso que el covid se traduzca en más mujeres en paro, más mujeres en casa, o más mujeres con peores empleos. No consintamos que el virus contagie también una epidemia de desigualdad”, afirmó.
La delegada del Gobierno en Asturias, Delia Losa, también participó ayer en la movilización feminista de manera telemática. En su mensaje institucional señaló que este año se recordará como un 8M distinto, “pero no por ello menos reivindicativo”.
Losa señaló que el Ejecutivo que encabeza Pedro Sánchez es “un gobierno feminista por definición. Cada día, en todas las políticas que hacemos, hay una mirada feminista”. Y añadió que “para este Gobierno todos los días son 8 de marzo, porque la causa de las mujeres es la causa de toda la humanidad. En este 8M somos más feministas que nunca”, remarcó.
