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Nueva fuga del centro de inserción: un preso salta la valla y se va en coche

El recluso, en tercer grado, contó con la ayuda de una mujer que conducía el vehículo

Centro de Inserción Social (CIS) “El Urriellu”. LUISMA MURIAS

Nueva fuga en el Centro de Inserción Social (CIS) “El Urriellu”, en Tabladiello (Llanera). El pasado día 5, un recluso saltó la valle del centro y se introdujo en un coche que había sido llevado al aparcamiento por una mujer, que atravesó la barrera exterior de la prisión –vigilada por la Guardia Civil– sin que los agentes se percatasen de que dentro iba un interno. No es el primer caso que se produce en el CIS. La huida llama la atención, puesto que se trata de un preso que iba a quedar en libertad en poco tiempo.

Algo parecido ocurrió en marzo de 2018, cuando un recluso de 22 años, que iba a disfrutar de un permiso en cinco días y que estaba cumpliendo una condena de tres meses, se escapó del CIS por una brecha abierta en la alambrada que delimita el centro de inserción, que no es de seguridad, ni cuenta con concertinas, como la de la cárcel.

En julio de 2017, se fugaron dos presos, ambos por el portón de los carros de comida. Y en mayo de 2016, un preso saltó desde el primer piso y sorteó la valla. Los tres reclusos fueron detenidos poco después. La relajación de la seguridad que hay en este centro –donde por otra parte se han producido incidentes graves, como la agresión a un funcionario con un cristal– puede inducir a los reclusos a huir.

Esta última escapada se ha conocido a través de un recluso que ha denunciado haber sido agredido, tras perder el derecho a estar en el CIS y ser devuelto a la cárcel convencional, aunque hay sospechas de que se autolesionó.

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