Al uso continuado de la mascarilla en espacios exteriores puede quedarle poco tiempo de vigencia, salvo que la pandemia de covid-19 repuntara por cualquier causa. Los expertos asturianos consultados por LA NUEVA ESPAÑA coinciden de forma unánime en que, dadas las actuales coordenadas epidemiológicas y el avance de la vacunación, ya resulta posible dar el paso hacia un relajamiento en los criterios de uso de la prenda de protección. Eso sí, establecen tres salvedades: que esa medida se limite –por el momento– a los espacios al aire libre; que vaya acompañada del respeto a la distancia social; y que quien la aplique evite verse inmerso en aglomeraciones.
“Relajar el uso de la mascarilla en exteriores tiene mucho sentido, dado que son lugares de bajo riesgo”, explica Usama Bilal, gijonés que ejerce como profesor de Epidemiología y Bioestadística en la Drexel University, de Filadelfia (EE UU). Por el contrario, “en espacios interiores públicos es importante mantenerla hasta que tengamos más cobertura vacunal”, agrega Bilal, miembro del comité asesor sobre el covid-19 de la Consejería de Salud del Principado.
La mascarilla comenzó a ser obligatoria en todo espacio público de la región a mediados de julio del año pasado. Ahora, Adonina Tardón, catedrática de Medicina Preventiva de la Universidad de Oviedo, apela a las “circunstancias epidemiológicas” para argumentar que ya es posible “avanzar hacia la no obligación del uso al aire libre y en circunstancias de no aglomeraciones”.
Mauricio Telenti, especialista en microbiología del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), coincide con el resto de consultados en que en ámbitos de interior “todavía son necesarias las mascarillas”. Sin embargo, “en exteriores, salvo en multitudes, se podría suprimir la obligatoriedad”.
En términos muy similares se pronuncia Pedro Arcos, profesor de la Universidad de Oviedo especializado en medicina preventiva y epidemiología de emergencias y desastres. A su juicio, “se podría prescindir ya sin problema del uso de mascarillas en el exterior siempre que sea posible mantener una distancia mínima de 1,5 metros y no haya aglomeraciones de personas”. Al igual que los otros expertos, sostiene que “debe mantenerse su uso en el interior de locales”.
Mascarilla en los colegios
De otro lado, la ministra de Educación y Formación Profesional, Isabel Celaá, puso ayer en duda que los alumnos puedan estar sin mascarilla en el patio de los colegios a partir de septiembre, posibilidad que apuntó recientemente la Comunidad de Madrid. “Las mascarillas han sido esenciales para mantener la salud en las aulas y cuesta pensar que vayamos a prescindir de ella”, indicó Celaá en una entrevista en RNE recogida por Europa Press. La Ministra subrayó la importancia de las restricciones vigentes para “haber podido tener todos los centros abiertos durante todo el curso, con apenas un 0,3 por ciento de aulas cuarentenadas”. No obstante, precisó que se trata de un “protocolo dinámico que avanza en función de cómo avanza la pandemia”.
