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El Principado adjudica las becas “Severo Ochoa” sin agotar la prórroga de seis meses

El Gobierno prevé incorporar a los investigadores con el inicio del curso y acelerar la próxima convocatoria | Los adjudicatarios, satisfechos

Trabajos en un laboratorio. Lne

Nueve meses después de lanzar la convocatoria, pero sin agotar la prórroga de seis meses que se dio en febrero, el Gobierno del Principado publicó ayer la adjudicación provisional de las setenta becas “Severo Ochoa” para la contratación de otros tantos investigadores predoctorales. La Consejería de Ciencia, Innovación y Universidad abre ahora, de aquí al día 16, un plazo para alegaciones que la Agencia Estatal de Investigación deberá resolver antes de elevar a definitivas las asignaciones. El Ejecutivo confía en tener el proceso completado a tiempo para que los doctorandos puedan incorporarse con el inicio del próximo curso a los departamentos universitarios o centros de investigación en los que realizarán sus tesis doctorales.

A estas setenta plazas optaban doscientos aspirantes que habían manifestado su disconformidad por el retraso reiterado en la resolución de éstas que por las demoras que acumulan año tras año se han ganado el sobrenombre de “becas tortuga”. “Bastante contentos” con la aceleración final del proceso, los aspirantes agradecen que la prórroga de seis meses se haya acortado finalmente a algo más de la mitad y esperan que se cumpla la promesa respecto a los periodos de ingreso, toda vez que incorporarse en septiembre sería para ellos “muy beneficioso. Eso implica poder programar el curso académico desde el inicio”, anota Celia Galve, una de las setenta admitidas, “sin perder meses de docencia o de organización de las clases”.

Cruzando los dedos para que ahora sí se hagan realidad los plazos, los jóvenes investigadores también dan su conformidad a la inversión de los trámites habituales del proceso, porque en esta ocasión han recibido su informe de evaluación individual –el que resume sus méritos, los de su director de tesis o la producción científica del grupo de investigación al que pertenecen– antes de la publicación del listado de adjudicaciones, lo que a su juicio “agiliza mucho el proceso” de las alegaciones, el único que queda pendiente para transformar en definitiva la lista provisional que se publicó ayer. Su distribución interna es el resultado de la selección de los nueve candidatos mejor puntuados en cada una de las cinco áreas de conocimiento que se consideran –Ingeniería y Arquitectura, Artes y Humanidades, Ciencias, Ciencias Sociales y Jurídicas y Ciencias de la Salud– y de asignar las 25 becas restantes a las notas más elevadas, independientemente de la materia a la que pertenezcan. El área de Ciencias, con 24, se lleva el mayor número de doctorandos becados por delante de las de Ciencias de la Salud (14), Ingeniería y Arquitectura (13), Artes y Humanidades (10) y Ciencias Sociales y Jurídicas (9).

Para calmar a un colectivo escarmentado a fuerza de retrasos, la directora general de Universidad, Cristina González, anunció ayer que el Gobierno trabaja ya en la convocatoria de 2021 con la intención de “sacarla lo antes posible”, más en concreto “en paralelo o un poco antes de la resolución definitiva (de 2020)”, de forma que “quienes se hayan quedado fuera puedan volver a solicitar” las ayudas si lo desean.

González resalta que el Gobierno ha elevado este año en cinco las becas de la anterior convocatoria y en 25 si se empieza a contar desde 2016, y justificó los plazos sin mencionar expresamente las demoras. “Para nosotros”, apunta, “es muy importante asegurar que esas 70 personas son los mejores expedientes y los mejores proyectos de tesis de Asturias. Por eso seguiremos apostando por un proceso de valoración y de selección como el que tenemos, muy garantista” y respetuoso con “los estándares europeos” para tener la seguridad de que “esta inversión que se hace en investigación –el presupuesto para la contratación de este personal ronda los 6,4 millones de euros en cuatro años– vaya dirigida a los mejores proyectos”.

Cronología


La convocatoria. El largo camino de la edición 2020 de las becas “Severo Ochoa” comenzó en agosto, con la publicación de la convocatoria en el BOPA. Lo habitual es que este trámite se cubra en marzo, pero se vio afectado por el parón administrativo del covid.

La prórroga. Para “dar facilidades”, el Principado amplió el plazo de recepción de solicitudes hasta octubre. El plazo para resolverlas vencía en febrero, por lo que no hubo tiempo y se anunció una prórroga de seis meses.

La protesta. La demora, unida a la experiencia de otros retrasos, soliviantó a los aspirantes, constituidos en Asamblea por el Futuro de la Investigación y contra los incumplimientos del Principado.

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