El Consejo de Ministros avanzó ayer el anteproyecto de Ley de la Formación Profesional, “una de las palancas de cambio” proyectadas, según la ministra portavoz, María Jesús Montero. Según el texto, aún sujeto a cambios, el Gobierno pretende que las empresas puedan impartir entre un 20% y un 40% del currículo y que toda la Formación Profesional sea dual; es decir, que sea compartida entre el aula y la empresa, tal y como ya funciona parcialmente en Asturias. La futura norma establece una oferta modular y flexible de FP dirigida a estudiantes y trabajadores (tanto empleados como desempleados) y ordenada en itinerarios que permiten la progresión a través de cinco grados ascendentes: Grado A (Acreditación parcial de competencias); Grado B (Certificado de Competencia Profesional); Grado C (Certificado Profesional); Grado D (Ciclos Formativos: Grado Básico, Grado Medio y Grado Superior); y Grado E (Cursos de especialización: título de especialista y Máster Profesional).