La nueva ministra de Justicia, Pilar Llop, pasó ayer revista “exprés” a sus raíces asturianas. La hasta hace unos días presidenta del Senado se dejó ver este fin de semana por la localidad asturiana de Villaviciosa, de donde es originaria su familia. La visita a la “tierrina” fue rápida, pero le dio tiempo a pasar algo de tiempo con varios amigos y visitar algunas de las sidrerías de la villa asturiana. También para dejar un consejo: “La sidra se bebe de un trago, eso está claro”, dijo en conversación con LA NUEVA ESPAÑA. Advertencia ministerial.
Llop, aunque nacida en Madrid, se encuentra como en casa junto en la ría de Villaviciosa. Y confiesa que uno sus rincones favoritos de Asturias es el que va desde el Puntal hasta la villa sidrera. Allí están la gran mayoría de los recuerdos de su infancia. Es el lugar en el que vivió su abuela y en el que aún residen sus padres. La de este fin de semana, como confesaba la propia Llop, fue una “visita exprés” para comprobar que todo estuviera en orden en casa, dar un paso por la localidad donde pasó su infancia y alejarse un poco de la calurosa Madrid. Aunque hoy mismo pondrá ya ruta hacía la capital española para “seguir trabajando” en su recién estrenado cargo. Las obligaciones mandan.
Villaviciosa se ha convertido en el lugar de veraneo de Llop, por razones obvias. Tampoco le costó mucho convencer a su marido. Ambos pondrán hoy rumbo a Madrid con las pilas cargadas y con el coche cargado de “piezas de carne” asturiana para disfrutar en su casa madrileña. Desafiando a Alberto Garzón, que hace unas semanas había recomendado reducir el consumo de carne. Llop, antes de sus cargos políticos, era una magistrada especializada en violencia de género. Entre los retos de su ministerio está el de desbloquear el Consejo General del Poder Judicial.
