Con el propósito de “relanzar el proyecto político del socialismo asturiano” y dispuesta a hacer pedagogía y proselitismo de una gestión de la pandemia basada en decisiones “técnicas” y “no políticas”, la Federación Socialista Asturiana (FSA) ordenó ayer los trabajos y el proceso de “reflexión” que la llevará a su trigésimo tercer congreso, programado para los días 17, 18 y 19 de diciembre. La secretaria de Organización, Gimena Llamedo, expuso en esos términos los objetivos de un camino que ayer echó a andar nombrándola a ella misma coordinadora general de un comité organizador en el que tendrá como adjunta a la gerente del partido, Nekane Iraizoz, y como vocales a José Luis Fernández Roces –secretario de Organización del SOMA–, la senadora María Fernández; el director de Comunicación, Andrés Suárez, y Julio Tamés y la diputada autonómica Noelia Macías, responsables de Coordinación Territorial en la Ejecutiva.
El equipo redactor de la ponencia marco del cónclave socialista se ha concebido de manera coral, estructurado en cuatro bloques. El que diseccionará el “modelo de partido” trabajará bajo la coordinación del alcalde de Corvera y responsable de Política Municipal, Iván Fernández, y el que bajo el título “Retos de Asturias y libertades” hablará de regeneración democrática, igualdad o reto demográfico tendrá al frente a Norma Bernad, politóloga y asesora del grupo en la Junta. La alcaldesa de Gijón, Ana González, será la responsable del equipo que marcará la pauta en el ámbito de la salud, la educación, la cultura o la política social y el diputado Luis Ramón Fernández Huerga coordinará el que reflexionará sobre la transformación “ecológica y digital” de la economía asturiana. En las próximas semanas, el grupo producirá un texto base abierto a las aportaciones de la militancia.