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La Asociación Galbán cumple 20 años y pone el foco en los paliativos: “Deben impulsarse”

La entidad de familias con niños con cáncer celebra en Gijón su gala de aniversario | “Son imprescindibles”, defiende el consejero de Salud

Público asistente a la gala de la Asociación Galbán, ayer, en la Laboral. | Ángel González

El teatro de la Laboral de Gijón sirvió ayer de sede para celebrar los 20 años de vida de la Asociación Galbán, la entidad que atiende las necesidades de las familias de niños con cáncer en Asturias. La gala, presentada por el periodista Pachi Poncela y con la intervención de sanitarios y afectados vinculados a la asociación, sirvió también para marcar los primeros retos de futuro. Luis Arranz, presidente de la asociación, fue el encargado de lanzar dos peticiones o sugerencias que, a su juicio, son prioritarias para mejorar la red asistencial. La primera, ahondar en el seguimiento integral de los supervivientes, de los niños que sí superan el cáncer pero se queda con secuelas físicas o psicológicas que siguen siendo, para Álvarez, asunto de su asociación. “Algunos se quedan con problemas durante toda la vida y hace falta un equipo que los siga y mejoren su calidad de vida”, explicó. La segunda petición se centra en los cuidados paliativos pediátricos, que comenzó a dar sus primeros pasos hace unos meses y centralizado en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), pero que debe “impulsarse” y promocionarse.

La cita contó con la presencia de Pablo Fernández, consejero de Salud, que considera que los líderes de Galbán son ya “imprescindibles” para el tejido sanitario y asociativo regional. “Son los que realmente conocen, saben y viven todas las necesidades relacionadas con el cáncer infantil. Cada vez que en el seno de una familia surge un diagnóstico de cáncer, nacen muchas preocupaciones, mil incertidumbres, que tienen que ver con el diagnóstico y con el pronóstico del niño, pero también con el ámbito económico, laboral y social, y ahí la asociación es una gran fortaleza”, defendió. El consejero es también consciente de que “la pandemia ha acrecentado algunas de estas necesidades”, y que el confinamiento y las restricciones promovieron el sedentarismo y la angustia. “Desde fuera nos dicen que somos ejemplares, pero también somos conscientes de los problemas. Toca ir avanzando en la normalización de nuestras vidas”, señaló.

Por la izquierda, la consejera de Educación, Lydia Espina; el consejero de Salud, Pablo Fernández; la alcaldesa de Gijón, Ana González; el presidente de Asociación Galbán, Luis Arranz; la delegada del Gobierno, Delia Losa, y Enrique Rodríguez, director general de Políticas Sociales, ayer, minutos antes de la gala.

Ana González, alcaldesa de Gijón, protagonizó sin querer uno de los momentos más emotivos de la jornada. Quiso empezar su discurso explicando que entendía a las familias de Galbán porque cuando nació su primer hijo tuvo un problema de salud y los médicos le dijeron que tal vez no saldría adelante. Se emocionó tanto al contarlo que el teatro le dio un momento de pausa con un aplauso, y al recuperarse lanzó su propia petición: “Debemos adaptar el sistema a estos niños y no al revés. Debemos normalizar que hay niños enfermos y todo el sistema, el educativo, el sanitario, el social, todos, deben adaptarse para incluir a estos niños y no expulsarlos”, reivindicó.

En la gala intervinieron también facultativos del HUCA y veteranos colaboradores con la asociación como María Gálbez y María Jesús Antuña, oncólogas. Sus apellidos dieron el juego de palabras que da nombre a la asociación. Ellas quisieron dar un toque más positivo a la jornada, y recordaron que las tasas de supervivencia actuales son mucho mayores que las que había hace 20 años y que la lucha social sirvió para impulsar leyes como la baja laboral obligatoria para progenitores: “Se han logrado ya muchas cosas en este tiempo”.

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